ALFALFA
ALFALFA, ayuda natural para la anemia
Más allá de como alimento nutritivo y original, en forma de germinados o de brotes, la alfalfa es un buen recurso de herbolario para tratar la anemia, la debilidad general y los trastornos de la mujer.
Qué es la alfalfa:
De entre todas las plantas que el ser humano utiliza habitualmente para alimentar el ganado, hay una que destaca con luz propia, por su alto grado de rentabilidad agraria y su enorme poder nutricional. Nos referimos a la alfalfa, conocida también como mielga, alfalfe, o bien alfals o userda en catalán. Es uno de los cultivos más extendidos en zonas de clima templado de ambos hemisferios. Crece bien en una gran diversidad de suelos y climas, pero rinde más en zonas aluviales próximas a cursos fluviales. Es además uno de los principales recursos en los cultivos de regadío. Es con alfalfa con que se alimenta en buena medida a la mayoría del ganado y de las aves de granja que todos conocemos. Pero esta planta había formado parte también de la alimentación humana en otras épocas, como sustituto de las acelgas o las espinacas, y aún hoy sigue presente en nuestra dieta, especialmente en forma de germinados. Su alto contenido nutricional y la presencia de determinados principios activos, como fitoestrógenos e isoflavonas, hacen de ella un aliado de primer orden para la medicina natural y la práctica dietética.
La alfalfa procede, muy probablemente, del suroeste de Asia, de la zona del Creciente Fértil y su entorno inmediato, de donde pudo ser traído a Grecia por los persas, y de allí propagarse por casi toda la Europa de clima templado. El nombre de alfalfa podría derivar del término árabe “Alfasasat”.
Cómo es y dónde se encuentra
La alfalfa Medicago sativa L. es una planta de la familia de las leguminosas. Mide entre los 10 y los 80 cm de alto, tiene las hojas divididas en tres segmentos estrechos, obovados, finamente dentados, y las flores agrupadas en densos glomérulos (inflorescencias redondeadas) terminales. Son éstas de un color azulado o violáceo claro, pero pueden aparecer ejemplares con flores de color amarillo o bicolores. Los frutos son unas legumbres planas en forma de espiral, y contienen diversas semillas en su interior. Florece desde abril o mayo hasta octubre.
La alfalfa, como se ha dicho, es una planta forrajera, acaso la principal especie forrajera del mundo, que se cultiva a gran escala por casi toda Europa y también en los países de clima templado de Sudamérica y en Méjico. Los Estados Unidos y Argentina ostentan los dos primeros puestos en la producción a nivel mundial, e Italia y Francia a nivel europeo, pero Méjico y España figuran también entre los principales productores mundiales. En España el cultivo de la alfalfa forma parte de las rotaciones de cultivo tradicionales, y ocupa unas 240 mil hectáreas, sobre todo en el Valle del Ebro (Huesca, Zaragoza y Lleida) y Castilla-León. (Información de agronegocio.es)
La alfalfa se ha asilvestrado y no es difícil hallarla en márgenes de sembrados y caminos, en descampados y herbazales. Sus flores son visitadas por abejas y otros insectos.
Principios activos de la alfalfa
La alfalfa destaca por su alto contenido en sales minerales, vitaminas y en estrógenos vegetales, que explican su gran importancia como elemento dietético, ginecológico y nutricional.
Los principios activos que definen su acción terapéutica quedan enumerados a continuación:
- La alfalfa se revela como un buen aporte de proteína vegetal. Supone hasta el 20% de su peso en seco.
- Es especialmente rica en vitaminas, empezando por las del grupo B (niacina, riboflavina, tiamina), vitamina C, A, E y vitamina K, que le confiere esta última su poder antihemorrágico y hemostático. En el caso de la vitamina C, 100 g de hojas secas aportan hasta 400 mg de este micronutriente tan fundamental para la vida.
- Igual relevancia tiene su contenido en sales minerales, como calcio, hierro, magnesio, fósforo, silicio, sodio, potasio y selenio, en proporciones variables, llegando a sumar un 10% de su peso en seco.
- Flavonoides como la quercitina, xantofila, clorofila, luteolina, apigenina, carotenos y betacarotenos, pigmentos con capacidad antioxidante.
- Fitoestrógenos como el cumestrol, isoflavonas como la genisteína y la diosgenina, con capacidad estrogénica y antiinflamatoria.
- Fitosteroles como el beta-sitosterol y el estigmasterol.
- Cumarinas (esculetina) y saponósidos en menor cantidad.
- Trazas de alcaloides, como la estaquidrina, la betaína y la trigonelina, especialmente localizadas en las semillas.
- Enzimas digestivas.
- Aminoácidos: triptófano, arginina, asparagina.
Cuadro nutricional de las semillas de alfalfa
Por 100 gr
Kilocalorías: 23
Proteínas: 4 gr., el 6% aproximado de las necesidades diarias de un adulto.
Carbohidratos: 2,1 gr.
Fibra: 1,9 gr.
Vitamina C: 8,2 mg. Puede llegar a significar el 14% de los requerimientos de un adulto.
Vitamina A: 155 IU, que supone el 5% de los requerimientos diarios de un adulto.
Vitamina K: 30 micrgr., que es el 9% de los requerimientos diarios.
Potasio: 2000 mg.
Calcio: 1700 mg.
Magnesio: 310 mg.
Hierro: 35 mg.
Propiedades y beneficios de la alfalfa:
La modesta alfalfa se nos revela como un aliado excepcional de nuestra salud, y por su amplio espectro de virtudes puede suponer un apoyo dietético a explorar para un patrón amplio de patologías y molestias, y como un apoyo nutricional en general.
Con fines medicinales se utilizan las hojas, frescas o deshidratadas, mientras que para alimentación y dietética se consumen los germinados y las semillas.
Se le atribuyen propiedades antianémicas, hemostáticas, antihemorrágicas, antiinflamatorias, vitamínicas, remineralzantes, diuréticas, reconstituyentes, emenagogas, galactógenas, digestivas y ligeramente hipolipemiantes.
Por todo lo cual, la alfalfa está indicada en los siguientes supuestos:
- o Anemia ferropénica, cuando el organismo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos. El aporte de hierro y otros minerales que supone la ingesta de alfalfa, de fácil asimilación, ayuda a producir nuevos glóbulos rojos, lo que contribuye a plantar cara a la anemia. Se destina igualmente a paliar la deficiencia en vitaminas y minerales, en estados de debilidad, fatiga, estrés y también por menstruaciones abundantes y persistencia de sangrados diversos.
- o La vitamina K, presente en la alfalfa, confiere a ésta una gran capacidad antihemorrágica y hemostática. Se revela como una buena ayuda para tratar hemorragias capilares, nasales, gástricas y uterinas, así como para aplicar sobre hematomas producidos por algún golpe o contusión. Se muestra también útil para aliviar el sangrado en hemorroides y varices, en tal caso en tratamientos de larga duración y en combinación con hierbas mejor dotadas para tal finalidad.
- o Se considera un buen aliado de la salud de la mujer. Se recomienda como apoyo durante la menopausia. Puede actuar como un sustituto natural de las hormonas por el efecto estrogénico que le confieren moléculas presentes en la alfalfa como el cumestrol o las isoflavonas. Contribuye a aliviar algunos de los síntomas de este periodo, como sofocos, sudores nocturnos, debilidad, migraña y fatiga crónica. Existen diversos estudios publicados, como los emprendidos por el equipo de Lethaby A., Marjorybanks J, Kronenberg F., y otros sobre los Fitostrógenos para aliviar los síntomas vasomotores de la menopausia https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858...pub4/es
- o La alfalfa se comporta como un diurético potente, lo que sumado a su actividad antiinflamatoria, hace de ella un buen recurso para tratar determinadas afecciones urinarias, como la inflamación de vejiga o cistitis, la inflamación del riñón o nefritis, la inflamación del conducto prostático o prostatitis y para prevenir la formación de cálculos renales.
- o Se comporta como un tónico y reconstituyente natural, útil en estados de convalecencia, desgana y debilidad general.
- o Presenta un efecto depurativo y desintoxicante, y en combinación con otras plantas que intensifiquen su acción, puede ser eficaz para favorecer la desaparición de impurezas en la piel, como el acné juvenil, eccemas y forúnculos, en tratamientos a largo alcance.
- o Mejora la digestión, ayuda a metabolizar mejor las grasas y los carbohidratos, contribuye a combatir la inflamación gástrica y la pesadez estomacal.
- o Se le atribuye un ligero efecto hipolipemiante. Se han hecho estudios al respecto, con resultados que no son concluyentes. Podría ser útil para bajar los niveles de colesterol LDL en sangre, en combinación con una dieta adecuada.
- o Las cumarinas podrían dotar a la alfalfa de una cierta actividad anticoagulante, lo que contribuiría a prevenir la formación de coágulos en las arterias y a alejar la posibilidad de un trombo. No obstante, no parece que hayan estudios claros al respecto que corroboren tal supuesto.
- o Por su gran riqueza en minerales, como hierro, fósforo, potasio y calcio, se le atribuye la capacidad de fortalecer la masa ósea y a nivel preventivo, de ser útil para prevenir fracturas en personas de edad avanzada y para tratar la osteoporosis.
- o Por su riqueza en vitamina C y en flavonoides, puede contribuir a fortalecer el sistema inmunitario y aumentar nuestra capacidad de resistencia ante las afecciones respiratorias, como ataques de asma, estados gripales y alergias diversas.
- o Por su riqueza en minerales como el silicio y el hierro, y en vitaminas A, B y C, la toma de alfalfa puede ayudar a fortalecer el cabello, las uñas y la piel. Se ha recomendado como apoyo para prevenir la caída del cabello.
- o Como sucede con otras plantas de la familia de la leguminosas, la alfalfa se había indicado también para favorecer la producción de leche materna, en madres lactantes. Es un uso tradicional, sin respaldo científico y por la presencia de alcaloides se ha desaconsejado de forma terminante.
Precauciones con la alfalfa
La alfalfa, como la mayoría de las leguminosas, es, en términos generales, una planta segura, si se toma en dosis razonables. No obstante, hay situaciones en las que, por prudencia, cabe limitar o prescindir de su consumo. Es el caso de:
- Durante el embarazo y la lactancia se aconseja no tomarla en forma concentrada, en extracto o en dosis terapéuticas. Por la presencia de fitoestrógenos, pudiera interferir a nivel hormonal en el embarazo y el periodo de lactancia. Por seguridad es preferible excluir su consumo.
- Cuando se dan trastornos que afectan al estado hormonal, como es el caso de cáncer uterino, endometriosis y fibromas uterinos, la toma de alfalfa debe estar restringida y en todo caso se debe contar con la supervisión del médico especialista.
- La alfalfa podría potenciar la acción del sistema autoinmune, lo cual afectaría negativamente en caso de enfermedades vinculadas a la inmunidad como el lupus eritematoso o la artritis reumática.
- Si se toman medicamentos para la hipertensión, el colesterol alto, anticoagulantes como la wafarina y antidiabéticos es necesario consultar con el médico especialista antes de iniciar un tratamiento con alfalfa por vía oral o de incorporarlo en una dieta regular.
- No se debe simultanear la toma de estrógenos, en la menopausia, con la alfalfa en extractos, o cuanto menos se debe antes pedir consejo médico.
- Los extractos con alfalfa podría restar eficacia a medicamentos supresores de la respuesta inmunitaria (inmunosupresores) como la ciclosporina. No es prudente simultanear ambas tomas.
- Se le atribuye a la alfalfa un ligero efecto de fotosensibilidad a luz solar cuando se toma a grandes dosis y no es compatible con fármacos que podrían provocar ese mismo efecto fotosensibilizante como la amitripilina (analgésico y antidepresivo), la levoflaxicina (antibiótico) y otros. Consultar con el médico.
- Los brotes de alfalfa, como de cualquier otra planta, deben estar muy bien controlados cuando se mantienen en humedad para obtener los germinados, porque en el proceso pueden proliferar algunas bacterias nocivas e incluso peligrosas. Es éste un aviso de prudencia básica para quien se anime a prepararse sus propios germinados en casa. Cabe aquí estar bien informados de los pasos a seguir.
Cómo se toma la alfalfa
En los herbolarios ha de ser posible la adquisición de alfalfa seca, deshidratada o en diversas formas más elaboradas. También será fácil hallarla en centros de dietética y de alimentación natural y ecológica. En tal caso, sobre todo, en forma de germinados, semillas deshidratadas, etc.
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Toma nota de sus formas de consumo:
- o En infusión de la planta seca, hasta tres tazas al día.
- o En extracto líquido, hasta 50 gotas en tres dosis.
- o En cápsulas o en polvos a granel.
- o En forma de tintura alcohólica, mezclado con zumo de frutas o agua, unas 50 gotas en dos dosis al día.
- o Alfalfa en germinados.
- o Semillas de alfalfa tostadas para panes y pasteles.
- o Zumo vegetal con germinados de alfalfa
Fórmulas herbarias con alfalfa:
Te presentamos dos fórmulas que puedes elaborar en casa o pedir que te preparen en tu herbolario de confianza:
Fórmula para tratar la anemia ferropénica y la debilidad :
- ¬ Ingredientes: Alfalfa, bolsa de pastor, ortiga mayor, salicaria, avena y menta.
- ¬ Preparación: Hasta 4 cucharadas de la mezcla a partes iguales por litro de agua. Hervimos apenas un par de minutos, dejamos que repose tapado otros 10 y colamos.
- ¬ Dosis: Se puede ir bebiendo durante la jornada, incluso en frío de nevera. Para mejorar el sabor se le puede añadir miel de romero o bien estevia en dosis muy pequeñas.
Fórmula para aliviar algunos síntomas de la menopausia (sofocos, sudores, debilidad):
- ¬ Ingredientes: Alfalfa, salvia, trébol de prado, pasiflora, lúpulo e hinojo.
- ¬ Preparación: Una cucharada sopera rasa de la mezcla por cada vaso de agua. Hervimos el agua y una vez arranque a hervir, le echamos las hierbas. Las mantenemos en reposo, tapadas, durante unos 10 minutos. Le agregamos miel o sirope para mejorar el sabor amargo de la fórmula.
- ¬ Dosis: Se pueden tomar dos vasos diarios, el último poco antes de acostarnos.
Otros usos con alfalfa:
Las hojas tiernas, mejor si son brotes jóvenes, se pueden tomar en crudas ensalada y hervidas en verdura, como si fueran acelgas o espinacas. Tienen un sabor intenso.
Los germinados de alfalfa, muchas veces conservados en vinagre, se toman en ensaladas variadas.
Las semillas, molidas y asadas, se usan también pata espolvorear diversos guisos y para incorporar a la masa de pan casero.
Algunos platos y guisos con germinados de alfalfa:
- Arroz salteado con almejas, aguacates, tomates y germinados de alfalfa.
- Ensalada de tomate, mozzarela y brotes de alfalfa.
- Ensalada de berros, maíz y germinados varios (alfalfa entre ellos)
- Ensalada con queso de cabra, tomate y germinados de alfalfa.
- Carpaccio de aguacate y calabacín con germinados de alfalfa.
- Habas con algas y germinados de alfalfa.
- Champiñones y shiitake con lechuga y germinados de alfalfa.
- Ensalada fresca con cebolla, remolacha y germinados de alfalfa.
- Sandwich de ensalada con germinados de alfalfa.
- Pizza de atún y aguacate con germinados de alfalfa.
- Sopa vegetal con puerro, zanahorias y germinados de alfalfa.
- Tortelinis de queso, calabaza y germinados de alfalfa.
- Tostada de tortilla con germinados varios.
- Zumo vegetal depurativo con germinados diversos (incluidos los del alfalfa)
(fuentes: Biomanantial, Cookpad, Cheforopeza, Hogarmanía, etc. Internet)
Publicado en webconsultas.com
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