PLANTAS PARA TU PIEL
PLANTAS QUE REVITALIZAN TU PIEL
La piel se va deteriorando con el paso de los años y por el contacto con la luz solar. Algunas plantas medicinales te pueden ayudar a retrasar su envejecimiento, en tratamientos naturales muy recomendados.
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Frutos de argán |
La piel, nuestra carta de presentación, delata en cierto modo los años vividos, si somos más o menos viejos y cómo nos ha ido la vida. Y es que la piel envejece irremisiblemente por el paso del tiempo, porque sus células secretan menos colágeno, elastina y otras proteínas de las que íbamos sobrados en la infancia y la juventud. Pero no es solo la edad por sí misma lo que hace envejecer nuestra piel, lo es también la exposición a la radiación solar, la temperatura, el estrés, la contaminación atmosférica, una nutrición defectuosa, determinados trabajos y actividades, como pudiera ser el trabajo agrícola y el que nos pone en contacto con sustancias corrosivas, o la falta de sueño. Con la edad la piel pierde elasticidad y tersura y van apareciendo con los años manchas de muy diversa índole, arrugas y surcos que perpetúan aquellos gestos que más hacemos y que han definido nuestro carácter.
Existen remedios más o menos drásticos para intentar conservar la piel como en la juventud, mediando a veces la cirugía plástica, con resultados que a menudo son más que discutibles, por no decir desastrosos, y solo hay que verlo hojeando las revistas del corazón. Lejos de estigmatizar a la edad adulta y la vejez, como sucede habitualmente en las redes sociales y en la publicidad, lo más inteligente es asumir la edad que tienes sin prejuicios y hasta con orgullo por el tiempo vivido y las muchas experiencias acumuladas. Pero al mismo tiempo sí es bien cierto que nuestra piel merece ser bien cuidada, que podemos ralentizar su desgaste y pérdida de lustre, no tanto para satisfacer una obsesión estética como para ajustarnos a unas básicas recomendaciones de salud. Y estas recomendaciones pasan por la adopción de determinados hábitos de vida y de nutrición, también, por supuesto, por la incorporación de algunos cuidados cosméticos más o menos sistemáticos y también por la aplicación de determinadas curas plenamente naturales, como las que nos pueden ofrecer algunas plantas medicinales. En este artículo hemos seleccionado ocho de estas plantas, que destacan por sus efectos reparadores, hidratantes, antioxidantes y vitamínicos, y que nos han de servir para tratar de mantener nuestra piel lo más joven y vigorosa que podamos, pero sin esperar milagros o espejismos.
Aloe, una hidratación muy recomendable
Aloe vera (L.) Webb. & Berth.
Dónde se encuentra: El aloe se planta en viveros medicinales, también en parques, jardines y parterres ajardinados. Se utilizan, con el nombre genérico de aloe, diferentes especies muy similares, como el Aloe vera o Aloe barbadensis, muy plantado en las islas Canarias y las islas Madeira, el Aloe ferox, originario de Sudáfrica, el aloe arborescente, de grandes dimensiones o el aloe manchado Aloe maculata, asi como algunos híbridos.
Qué partes usamos: La sustancia mucilaginosa que se extrae de la pulpa de las hojas o parénquima, una vez desprovistas de la capa externa. Y para otras finalidades se aprovecha también el jugo o acíbar que se obtiene por incisión de estas mismas hojas, condensado y desecado a temperatura ambiente. La parénquima contiene, en efecto, mucílagos en abundancia, resinas y vitamina C. El acíbar es rico en diferentes aloínas y aloerresinas, principios amargos y sales minerales.
Cuáles son sus propiedades: El aloe se revela como un excelente remedio hidratante, reparador cutáneo, demulcente, vitamínico y antioxidante.
A quien conviene: El aloe se muestra muy eficaz para retonificar las pieles irritadas, desgastadas por la exposición a la radiación solar, para tratar de recobrar tersura y lustre, y como remedio muy indicado sobre eccemas, granos, acné juvenil, quemaduras leves, escaldaduras, sobre estrías y sobre heridas superficiales con desgarro.
Cómo se aplica: La pulpa fresca, aplicada directamente sobre la piel dañada o envejecida, o bien en forma de gel o de extracto graso, aplicada sobre la piel. Encontraremos también multitud de productos que contiene aloe, en forma de crema, pomada, leche corporal, gel de ducha o champú.
Cola de caballo, un impulso al colágeno
Equisetum arvense L-
Dónde se encuentra: Es una planta relativamente común en herbazales húmedos, riberas, pastizales y marismas. Está presente en toda Europa, en ambientes húmedos.
Partes que utilizamos: Los tallos estériles, que aparecen después de marchitarse los tallos fértiles. Contiene sales minerales en abundancia, en especial sílice, pero también potasio, magnesio, hierro, calcio y aluminio, así como vitamina C, ácidos caféico y equitesólico, manitol, inositol, resinas, flavonoides, saponósidos.
Cuáles son sus propiedades: La cola de caballo está considerada un excelente protector y reparador cutáneo, con virtudes astringentes, antihemorrágicas, vitamínicas, remineralizantes, demulcentes y diuréticas.
A quien conviene: La especial abundancia en sales silícicas hace de la cola de caballo un recurso de primer orden para el mantenimiento del colágeno de los tejidos, incluido el tejido dérmico, proporcionando mayor resistencia y elasticidad a nuestra piel. Se destina en este sentido a tratar de demorar el envejecimiento cutáneo, a prevenir la aparición de arrugas prematuras y a favorecer la atenuación de las estrías, se aplica también sobre dermatitis, heridas con o sin sangrado, llagas y úlceras dérmicas.
Cómo se aplica: La decocción de cola de caballo, a veces asociada a caléndula, salvia y bardana, para aplicarla en lavados parciales y en compresas empapadas. El extracto líquido en gotas. Y también la encontrarás como ingredientes en geles de baño, cremas, pomadas, lociones y champús para reforzar el cuero cabelludo.
Argán, el superhidratante marroquí
Argania spinosa (L.) Skeels
Dónde se encuentra: Crece en ambientes preáridos de montaña, en el suroeste de Marruecos, donde es endémico. Para evitar una recolección masiva de sus bayas que pudiera poner en peligro la supervivencia de este árbol se ha creado una reserva natural, declarada patrimonio mundial por la Unesco, la reserva de la biosfera de la Arganeriae. Se ha cultivado también en el sur de España, en Túnez, Kuwait, Sudáfrica y Méjico como árbol medicinal.
Partes que usamos: El aceite que se obtiene de sus frutos, y que se utiliza tanto por su condición de comestible como de medicinal. Contiene ácidos grasos poliinsaturados, como los ácidos oleico, linoleico, miristico y palmítico, vitamina E (tocoferol), polifenoles, esteroles y alcoholes.
Cuáles son sus propiedades: Al aceite de argán se le atribuyen virtudes nutritivas (para la piel), hidratantes, regeneradoras, antioxidantes, vitamínicas y emolientes.
A quien conviene: El aceite de argán se ha cosechado desde antiguo y se sigue haciendo de la forma tradicional, una tarea que realizan las mujeres de la zona siguiendo la tradición de sus ancestros. Este aceite destaca por su capacidad hidratante y nutritiva sobre la piel, y hoy día se cuenta entre uno de los remedios dermatológicos con mejor reputación. Se destina al cuidado de pieles delicadas, pieles envejecidas o afectadas por una exposición continua a la radiación solar, pieles irritadas, sobre estrías, arrugas, pero también para reparar daños en la piel, sean úlceras, llagas, erupciones o picaduras de insectos. Muestra un efecto antioxidante y reparador.
Cómo se aplica: El aceite de argán puro en masaje o fricción, pero no es difícil encontrar argán en forma de crema corporal, crema reafirmante, mascarilla facial, loción o champú.
Almendras, el aceite más rejuvenecedor
Prunus dulcis Mill (D.A. Webb) sinónimo de Prunus amygdalus
Dónde se encuentra: Se cultiva desde la Antigüedad en todo el arco mediterráneo y aparece subespontáneo en áreas del litoral. Son especialmente destacables los huertos o cultivos de almendros en Levante, Catalunya, Baleares y Andalucía, pero también en Grecia, Italia, Turquía, Irán o los Estados Unidos. España ocupa la segunda posición en producción mundial, tras los Estados Unidos.
Partes que usamos: Las semillas y el aceite que se obtiene por presión en frío. El aceite de almendras (dulces) es muy rico en ácidos grasos poliinsaturados (oleico, linoleico), vitaminas A, B1, B2, B5 y B6, sales minerales como zinc, calcio y potasio, fitosteroles (estigmasterol, beta-sitosterol), mucílagos. La variedad amarga contiene también heterósidos cianogénicos, que al masticarlos pueden liberar ácido cianhídrico.
Cuales son sus propiedades: El aceite de almendras tiene propiedades antiinflamatorias, emolientes, dermoprotectoras, hidratantes, regeneradoras, reafirmantes, remineralizantes, antioxidantes, nutritivas y vitamínicas.
A quien conviene: El aceite de almendras es muy hidratante y reparador, se utiliza sobre pieles envejecidas, para aplicar sobre estrías y arrugas, para limpiar impurezas como granos y dermatitis varias, para bajar la inflamación y eliminar el picor en úlceras y erupciones cutáneas, y es especialmente útil sobre pieles grasas. Se usa también para disimular ojeras y arrugas junto a los ojos y sobre todo, para el cuidado de las manos, cuando se muestran resecas o faltas de lustre.
Cómo se aplica: El aceite puro en masaje o friegas sobre pieles delicadas y pieles grasas, el extracto de aceite de almendras incorporado en cremas faciales y mascarillas, en cremas corporales y cremas de manos, pomadas, lápiz de labios, pinta uñas y en lociones para reforzar el cuero cabelludo, entre otras presentaciones.
Aguacate para frenar el envejecimiento cutáneo
Persea americana Mill.
Dónde se encuentra: Es una especie probablemente originaria de Centro-américa, desde el sur de México a Nicaragua, pero se cultiva a gran escala en Brasil, Argentina, Paraguay, un cultivo que se ha hecho extensivo y que en muchos casos se ha hecho deforestando amplias áreas de selva tropical. Los principales países productores de aguacate son México, Perú, Chile, Brasil, Argentina, Colombia, República Dominicana e Indonesia. En Chile, donde su consumo está muy arraigado, se lo conoce como palta. El árbol se planta también como ornamental y es especialmente común en el sur de España (Málaga)
Qué partes usamos: La pulpa del fruto y el aceite que se obtiene de ella. En menor medida también las semillas, las hojas y la corteza. Contiene ácidos grasos insaturados como el linoleico, linolénico, oleico, palmítico, esteárico y mirístico. Contiene también fitosteroles como el ß-sitosterol, estigmasterol y campesterol, glucósidos, carotenos, carnitina, vitaminas A, del grupo B, C y E, amigdalina en las semillas, sales minerales (potasio, fósforo y hierro) y aceite esencial con alfa y beta pineno, estragol, alcanfor y cineol, sobre todo en las hojas.
Cuáles son sus propiedades: Se comporta como antioxidante, emoliente, regenerador del tejido conjuntivo, antiinflamatorio, hidratante y antimicrobiano.
A quien conviene: El aceite de aguacate actúa como un magnífico regenerador cutáneo, al aumentar el contenido de colágeno en la epidermis, contribuyendo a frenar el envejecimiento cutáneo. Se destina por tanto al tratamiento de pieles envejecidas o castigadas, de pieles maduras y pieles secas. Está indicado también sobre dermatitis diversas como eccemas y forúnculos, como apoyo para tratar la psoriasis, la ictiosis –afección genética que se manifiesta con piel reseca y escamosa- y la dishidrosis o aparición de ampollas en la piel.
Cómo se aplica: El aceite de aguacate para uso tópico directamente o bien integrado en aceites de manos y corporales, pomadas, cremas, serums, geles, champús, lociones y lápices de labios. Con el aceite de aguacate se elaboran jabones artesanales.
Neem para tratar la despigmentación
Azadarichta indica A. Juss.
Dónde se encuentra: Emparentado con la melias, árboles ornamentales muy comunes en nuestros parques y jardines, el neem o lila de India es originario de la India, Sri Lanka y el sureste de Asia. Se ha naturalizado en otras áreas de clima tropical y subtropical, en Indonesia, África y Australia.
Qué partes usamos: Con fines medicinales se usan las hojas –que se consumen como alimento en India-, los brotes jóvenes, la corteza, las semillas e incluso la savia. De las hojas y semillas se obtiene por presión en frío un aceite muy estimado. Contiene diversos polifenoles, fitosteroles como ß-sitosterol, triterpenos, flavonoides (quercitina), nimbidina, azadirachtina (con propiedades insecticidas), catequinas, carotenos y vitaminas A , C y E, ácidos grasos insaturados (oleico y linoleico)
Cuáles son sus propiedades: Se considera antiinflamatorio, astringente, emoliente, dermoprotector, antifúngico, antiviral, antibacteriano, insecticida, antirreumático.
A quien conviene: Las hojas de neem se usan en India como repelente de insectos, para la protección de las cosechas de arroz, pero también en rituales religiosos y funerarios. Como aceite cosmético se destina al tratamiento de arrugas, pieles castigadas o envejecidas de forma prematura, pieles irritadas y secas, pero también para frenar la despigmentación de la piel, sobre granos, espinillas, acné y para combatir eccemas y otras dermatitis.
Cómo se aplica: El aceite de neem para uso tópico, aceite neem en extracto líquido, neem en pomadas, cremas corporales, serums y champús. Se aplica en masaje sobre el área a tratar. Requiere un tiempo de acción para que se pueda apreciar mejoría.
Bacopa, un antioxidante ayurveda
Bacopa monnieri (L.) Wetts.
Dónde se encuentra: Es una panta acuática y de ribera que aparece en humedales, como marismas, ciénagas, pantanos y deltas, sobre orillas limosas. Aparece también como “mala hierba” en arrozales, pero al mismo tiempo, dado el aumento de su demanda, se está integrando como cultivo suplementario al arroz para favorecer a los cultivadores nativos. Es originaria de la India y el sudeste asiático.
Qué partes usamos: La planta entera. Contiene fitosteroles (ß-sitosterol y estigmasterol), saponinas triterpénicas (bacósidos), alcaloides,
Cuáles sus propiedades: Se le atribuyen propiedades antioxidantes, neuroestimulantes, protector de las funciones sinápticas, hidratantes, regeneradoras, antiinflamatorias, dermoprotectoras y cicatrizantes.
A quien conviene: En la tradición medicinal ayurveda india la bacopa o brahmi –nombre éste con el que también se conoce la centella asiática- se destina principalmente a tratar los procesos neurodegenerativos, como la pérdida de memoria. También en la India se destina al cuidado y fortalecimiento de la piel, como antioxidante, para frenar el envejecimiento del tejido conjuntivo, y para ayudar a eliminar las impurezas de la piel, como eccemas, granos, forúnculos y sobre picaduras de insectos.
Cómo se aplica: Bacopa en polvos para aplicar la infusión en lavados y friegas, aceite de extracto de bacopa, aplicado también en masaje sobre la piel y el cuero cabelludo, aceite de bacopa o brahmi puro, de origen orgánico.
Rosa mosqueta como regenerador natural
Rosa rubiginosa = Rosa eglanteria L.
Dónde se encuentra: Aparece en orlas forestales y setos en zonas de montaña. Es originaria de Europa central y oriental, pero se ha extendido también por algunos sectores de la cordillera andina en el sur de Sudamérica. Se planta en parques y jardines. Es muy aromática.
Qué partes usamos: Las hojas, flores y en menor medida los frutos, y el aceite que por presión en frío se obtiene de ellos. Contiene aceite esencial ácido grasos insaturados como el oleico y el alfa linoleico, flavonoides, vitamina C.
Cuales son sus propiedades: Se comporta como emoliente, regenerador epidérmico, hidratante, reafirmante, epitalizante, cicatrizante, antiinflamatorio.
A quien conviene: El aceite de rosa mosqueta tiene la capacidad de estimular y regenerar las capas externas e internas de la epidermis, potenciando las células productoras de diferentes proteínas, como colágeno, elastina y ácido hialurónico, proteínas responsables de la elasticidad y firmeza de nuestra piel. La rosa mosqueta se destina a tratar pieles dañadas por la radiación solar, sobre pieles secas, pieles irritadas, prematuramente envejecidas, sobre arrugas, estrías, sobre cicatrices de operaciones quirúrgicas o de heridas y rasguños por accidentes, como un magnífico regenerador epidérmico. Se ha indicado con resultados dudosos para tratar de eliminar las manchas en la piel.
Alimentos para demorar el envejecimiento cutáneo (recuadro)
La dieta que sigamos puede tener un papel fundamental para tratar de ralentizar el envejecimiento de nuestra epidermis. Algunos alimentos, que cuadran bien en una estrategia vegana, nos aportarán dosis altas de vitaminas, carotenos, sales minerales, ácidos grasos insaturados, flavonoides y esteroles, que contribuyen a fortalecer el tejido cutáneo. Son ejemplos claros los siguientes alimentos:
Brócoli y coliflor
Zanahoria y tomate
Cereales integrales como avena y centeno
Frutos secos, como almendras, avellanas y nueces
Frutos del bosque como arándanos, endrinos, grosellas y frambuesas.
Sandía
Té verde
Aguacate
Chocolate negro
Texto: Jordi Cebrián
Publicado en Cuerpomente
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