HIBISCO
HIBISCO, remedio para los epasmos gastrointestinales
Las deliciosas infusiones de hibisco se consumen en Asia Menor y también en Sudamérica como un excelente remedio contra el calor y la sed. Pero el hibisco, tan apreciado en jardinería, es una planta con muchas aplicaciones terapéuticas, sobre todo para aliviar trastornos de origen digestivo y vascular.
Qué es el hibisco
Los amantes de la jardinería conocen muy bien los hibiscos y los aprecian por su floración espectacular, por su adaptabilidad y por su resistencia. De hecho se conocen más de 150 especies de hibiscos repartidas preferentemente por las regiones intertropicales y subtropicales del globo. Pertenecen a la familia de las malváceas, la misma que engloba a las malvas y a la planta del algodón. En jardinería se emplea sobre todo el hibisco Hibiscus rosa-sinensis o rosa de China, del que se han obtenido numerosas variedades a partir de hibridaciones, incluso en bonsai. También se plantan el Hibiscus syriacus o rosa de Siria y el hibisco menor Hibiscus trionum, entre otros. La especie de hibisco que aquí nos interesa es el hibisco medicinal Hibiscus sabdariffa, conocido también como rosa de Jamaica. En Asia Menor y en algunos puntos del África Oriental como en Egipto las flores de este hibisco y de otros similares se toman en una infusión refrescante y de agradable sabor, que recibe el nombre de carcadé o té rojo, a causa de la tonalidad intensamente carmesí que adquiere cuando se infunde. Se suele tomar en reuniones sociales y familiares y se interpreta como un signo de hospitalidad. La variedad que se toma en Chad se conoce como Karkanji y según los expertos, es la más exquisita.
Cómo es y dónde se encuentra el hibisco
El hibisco de Centroamérica o rosa de Jamaica Hibiscus sabdariffa, conocido en inglés como roselle, es una mata alta, de hasta 3 metros de altura, con las hojas dividas en tres o cinco lóbulos, excepto las más jóvenes que son enteras (una sola pieza), y flores grandes, de hasta 10 cm de diámetro, de pétalos amarillos, con manchas de color oscuro, que tienden a adoptar una tonalidad rojiza cuando se van marchitando. El cáliz (las piezas florales que se disponen en la parte exterior de los pétalos) adquiere una tonalidad rojiza y una consistencia carnosa cuando la planta madura o fructifica. Es ésta la parte de la planta que se suele emplear con motivos medicinales y la que se usa para elaborar bebidas e infusiones.
Su origen natural no está del todo claro, probablemente procede del África oriental. Su cultivo se ha exportado a otras zonas subtropicales del globo, como Jamaica, México, Centroamérica y el subcontinente indio. Hoy día, sin embargo, los mayores productores de hibisco son Thailandia y la China. Según los expertos, los hibiscos más apreciados proceden del Sudán, aunque la producción allí es muy reducida. Méjico, Jamaica, Egipto, Tanzania, Mali, Senegal y Malasia son otros países cultivadores de este formidable arbusto.
Principios activos del hibisco
En las flores del hibisco, o más concretamente en sus cálices y epicálices, se han identificado diferentes principios activos que pueden generar efectos terapéuticos en las personas cuando tales cálices son ingeridos en infusión o de alguna otra manera, como veremos.
Sus principales componentes bioquímicos son:
- Diferentes ácidos orgánicos, como los ácidos málico, tartárico, cítrico, ascórbico, hibísico e hydroxycítrico.
- Antocianinas, presentes en los pigmentos rojizos del cáliz, como la hibiscina, la cyanidina y la delfinidina, con efectos antioxidantes.
- Flavonoides, agentes antioxidantes como la luteolina, quercitina, eugenol, hibiscetina y otros.
- Mucílagos en abundancia.
- Fitosteroles y pectina.
Por otro lado, el hibisco se considera una buena fuente de vitaminas C y B1, así como de hierro y potasio.
El té de hibisco o té de carcadé tiene un peso calórico casi insignificante, pero contiene diferentes proporciones de otros nutrientes esenciales. Su perfil nutricional queda reflejado en este cuadro:
Té de hibisco, por cada 100 g consumidos
Agua: 89 g
Carbohidratos: 7,91 g (azúcares 6 g)
Grasas: 0,65 g
Proteínas: 0,43 g
Fibra: 0,25 g
Vitamina C: 18,5 mg
Vitamina B1: 1.200 mg
Vitamina B7: 0,4 mg
Betacaroteno: 178 mcg
Hierro: 8,7 mg
Calcio: 1 mg
Potasio: 9 mg
Sodio: 3 mg
Magnesio: 0,3 mg
Ácidos grasos insaturados: 0,12 mg
Colesterol: 0
Propiedades y beneficios del hibisco
El hibisco no debiera faltar de tu despensa. Sus numerosas virtudes medicinales lo convierten en un aliado de tu salud, exento de efectos secundarios. Cuida de tu digestión, de tu salud cardiovascular y también de tu estado emocional, como en seguida veremos.
Al hibisco se le atribuyen propiedades vitamínicas, remineralizantes, digestivas, aperitivas, tónicas, ligeramente laxantes, diuréticas, antiinflamatorias, antiespasmódicas, vasoprotectoras, vasodilatadoras, demulcentes, balsámicas y se comporta también como tónico venoso y moderadamente relajante. Se usa como corrector de sabor para muchas infusiones amargas o insulsas, a las que además aporta su intensa tonalidad rojiza.
A tenor de todas estas acciones terapéuticas, el hibisco está recomendado como tratamiento natural para las siguientes afecciones corrientes:
- o La falta de apetito, la debilidad y los estados anémicos transitorios. En tal caso, puede ser recomendable asociarlo a plantas que complementan su acción como la ortiga, el espino amarillo o la milenrama. Supone un excelente aporte vitamínico.
- o Las digestiones pesadas, dispepsias, sensaciones de empache, dolor abdominal. Favorece una buena digestión y ayuda a metabolizar los alimentos ingeridos.
- o Te ayuda a aliviar los espasmos gastrointestinales, mejora la gastroenteritis y combate la acidez estomacal.
- o Favorece la estimulación de las funciones hepáticas, actúa como un descongestionante hepático, ideal tras un empache o un episodio de alergia alimentaria o una mala digestión en general.
- o Es útil para tratar el estreñimiento puntual, sobre todo si lo combinas con plantas más activas en este caso, como el lino, el malvavisco o la zaragatona.
- o Es un apoyo para mantener a raya los niveles de colesterol y triglicéridos, sobre todo cuando se toma en sustitución de bebidas azucaradas.
- o Te ayuda igualmente a reducir la hipertensión, actuando como un diurético seguro.
- o Por su alto poder diurético y depurativo, es un apoyo excelente contra las infecciones en el tracto urinario.
- o Puede ser un buen aliado para ayudarte a perder peso, por cuanto dificulta la retención de líquidos y favorece la eliminación de toxinas y excedentes grasos por la orina.
- o Presenta una acción antioxidante notable. Te ayudará a prevenir las infecciones respiratorias, digestivas y urinarias.
- o Está indicado, por su poder balsámico y demulcente, para tratar diferentes afecciones respiratorias, como catarros, episodios gripales y faringitis. Combate la congestión y repara las mucosas irritadas.
- o Es un excelente antiséptico y antimicrobiano y te ayudará a fortalecer tus defensas autoinmunes.
- o Destaca como un buen tónico venoso, mejora la circulación y previene el estancamiento venoso. Se indica para el tratamiento natural de varices, flebitis y hemorroides.
- o La infusión de hibisco, combinada con amapola y valeriana o pasiflora, puede ser un tranquilizante suave, que a muchos les servirá para ayudarles a conciliar el sueño o para hacerlo más profundo y reparador.
- o Y finalmente, la infusión fría o incluso muy fría, de hibisco, supone un reputado remedio para combatir la sed y la sensación de ahogo y sofoco por el calor, en los meses estivales.
Precauciones con el hibisco
No se le atribuye ningún riesgo para las personas, sean éstas de cualquier edad, si se consume en dosis razonables.
Cómo se toma el hibisco
La forma más usual de tomar hibisco es en infusión, con todos los matices y combinaciones que la tradición pero también la creatividad de cada cual imponga. Pero si visitas un herbolario, verás que es posible adquirirlo en otras formas.
- o Infusión simple (de los cálices) o en combinación con otras hierbas. Dos o más tazas al día.
- o En tintura alcohólica, de 30 a 60 gotas diarias, en tres dosis, disueltas en agua o zumo de frutas.
- o El extracto líquido en frascos, entre 30 y 50 gotas diarias en tres dosis diarias. De nuevo vertidas en agua o zumo de frutas.
- o En cápsulas o comprimidos.
- o El té de hibisco o carcadé, ya preparado
Fórmulas herbarias con hibisco:
Toma nota de estas fórmulas que incluyen hibisco en su composición, y que a buen seguro te serán de gran utilidad para aliviarte algún problema leve de salud, que tarde o temprano a todos nos aqueja. O simplemente para disfrutar de su sabor, algo agridulce, que a casi todos complace.
Fórmula para el karkadé o agua de Jamaica:
- ¬ Ingredientes: Cálices de hibisco, 2 cucharadas soperas colmadas. 1 litro de agua. Azúcar negro, una cucharada de postre. Opcional, un vasito de zumo de limón.
- ¬ Preparación: Lo pones a hervir a fuego lento durante 10-15 minutos. Dejas que repose bien tapado, para que no se escape el aroma, y cuelas. Lo endulzas con azúcar al gusto y le añades el zumo de limón, si prefieres añadirle un acento más ácido. Luego lo depositas en el frigorífico durante más de cuatro horas.
- ¬ Dosis: Se recomienda beber frío o bien frío, dos o más tazas.
Remedio para aliviar los espasmos gastrointestinales:
- ¬ Ingredientes: Flores de hibisco, salvia, hierbaluisa y anís verde. Una cucharada sopera de la mezcla a partes iguales por cada vaso de agua.
- ¬ Preparación: Lo hierves 1-2 minutos, deja que repose y filtras.
- ¬ Aplicación: Puedes tomarte un vaso tras cada comida principal.
Fórmula para mejorar la circulación:
Remedio por vía oral para tratar las varices, hemorroides, tromboflebitis, el adormecimiento de pies y manos.
- ¬ Ingredientes: Flores de hibisco, vid roja, grosellero negro, meliloto, ginkgo biloba e hinojo. 5 g de cada por ½ l de agua.
- ¬ Preparación: Lo pones a hervir 2-3 minutos, dejas que repose unos 10 minutos más y lo cuelas. Le puedes añadir un chorrito de zumo de limón.
- ¬ Dosis: Hasta tres tazas al día, mejor en ayunas.
Tisana antigripal:
Fórmula elaborada para calmar la irritación de garganta y bajar la fiebre. Es útil también en alergias por polen o polvo.
- ¬ Ingredientes: Flor de hibisco, flor de saúco, yemas de pino silvestre, perpetua, ulmaria y corteza de naranja amarga. Una cucharada sopera de la mezcla por taza de agua.
- ¬ Preparación: Hierves 2 minutos, dejas en reposo 10 minutos, tapado y cuelas.
- ¬ Dosis: Tomas hasta tres vasos al día, con miel de azahar.
Hibisco en la cocina:
La infusión o té de hibisco se ha usado también para elaborar gelatinas, mermeladas y confituras. Las flores de hibiscos frescas o “cristalizadas” –secas y recubiertas de huevo y azúcar- se emplean asimismo para decorar pasteles, tortas, helados y ensaladas. Las flores en almíbar se añaden a cremas y pasteles de queso, también en ingeniosas ensaladas tropicales.
Recetas con hibisco en la red:
- Pastel de queso con flores de hibisco en almíbar.
- Ensalada de piña con hibisco en almíbar.
- Tostadas con zanahoria y flor de hisbisco.
- Brochetta de pollo con salsa de jengibre y flores de hibisco.
- Torta de hibisco con queso brie caliente y almendras.
- Helado de nata y frutas del bosque con hibisco.
- Peras en almíbar de flor de hibisco.
- Gelatina de hibisco con limón.
- Bissap, receta senegalesa (té de hibisco con menta)
Texto: Jordi Cebrián
Publicado en webconsultas.com
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