MALVAVISCO
MALVAVISCO, el mejor reparador de las mucosas
La raíz del malvavisco constituye uno de los principales recursos de herbolario para la protección y restauración de las mucosas, tanto respiratorias, digestivas como epidérmicas, por su elevado contenido en mucílagos. Por ello es un ingrediente firme en remedios para la tos, la gripe o la gastritis, entre otras afecciones corrientes.
¿Qué es el malvavisco?
El malvavisco Althaea officinalis L. es una mata de la familia de las malváceas, emparentado por tanto con malvas e hibiscos, que se usa con fines medicinales desde tiempos antiguos. Se sabe que Dioscórides, en la Grecia clásica, ya lo citaba por sus poderes medicinales en su obra imprescindible. Altho en griego significa curativo, médico o medicinal, como también lo indica el apelativo específico de oficinal que acompaña a otras muchas especies a las que se les atribuye virtudes medicinales. Esta planta, como otras de su familia, se conocía también como ibiscus, y el nombre castellano lo ha fundido con malva, a la que tanto se asemeja, en el término malvavisco. A los diferentes usos históricos y tradicionales que se ha hecho de esta planta se suman numerosos estudios clínicos que confirman buena parte de sus aplicaciones medicinales.
Cómo es y dónde se encuentra el malvavisco?
El malvavisco es una mata esbelta de entre 60 y 150 cm. de alto, recubierta toda ella de una densa pilosidad que le aporta un aspecto general grisáceo. La hojas tienen forma más o menos triangular, tímidamente lobuladas, con los márgenes muy aserrados. Las flores están agrupadas en inflorescencias terminales, con pétalos de color rosa pálido, anteras purpúreas y los frutos son mericarpios lisos, globulosos. Florece durante el verano. Aparece en ambientes húmedos, como riberas, marismas, pantanos, zanjas, a veces cerca o junto al mar. La planta acepta una cierta salinidad del suelo donde se asienta. Está muy extendida sobre todo por la Europa Oriental y Oriente Medio, pero no falta en la Europa mediterránea, incluido la península Ibérica y en zonas costeras de la Europa occidental. También se cultiva en jardines y viveros medicinales.
Principios activos del malvavisco:
La parte medicinal más importante del malvavisco es la raíz. Se suele desenterrar en otoño, en plantas del segundo año o más viejas, cuando la raíz ha alcanzado al menos 2 cm de grosor. Se parte a pedazos y se la raspa para extraer la corteza externa, dejándola a secar a sol y sombra durante dos semanas. En otros países europeos es costumbre también aprovechar hojas y flores, que se cosechan en verano, en el momento álgido de la floración.
La composición del malvavisco incluye estos principios activos:
- - Mucílagos en abundancia, hasta un 25% de su peso. Por hidrólisis este mucílago genera diversos monosacáridos como D-galactosa, ácido glucorónico y L-ramnosa entre otros, con altas virtudes demulcentes y expectorantes.
- - Pectina –en un 11%-, asparagina, lecitina
- - Ácido málico
- - Fitosteroles
- - Taninos
- - Ácidos fenólicos
Estos principios activos confieren al malvavisco unos claros efectos antitusivos, antiinflamatorios, antivirales, antibacterianos, demulcentes, emolientes, antipruriginosos, expectorantes y laxantes. Se está estudiando su validez como agente inmunoestimulante y antioxidante.
Beneficios medicinales del malvavisco:
El malvavisco es una de las plantas estrella de cualquier herbolario y su gran potencial como agente mucilaginoso, hace que se incluya en muchas formulaciones para disminuir el efecto irritante de otros muchos ingredientes herbarios.
Sus principales beneficios para la salud quedan enumerados a continuación:
- Se destina a aliviar los síntomas de diferentes afecciones respiratorias, como episodios gripales y otras infecciones víricas, resfriados agudos, faringitis, laringitis, amigdalitis, bronquitis y estados asmáticos leves o incipientes. Protege y restaura las mucosas irritadas, combate los accesos de tos irritativa y desinflama.
- Los remedios herbarios con malvavisco, combinado con otras plantas de efectos béquicos y expectorantes como el tusilago y el saúco, se han mostrado útiles para tratar con medios naturales la adicción al tabaco y para ayudar a combatir la tos del fumador.
- Por vía interna se usa con buenos resultados para el tratamiento de irritaciones de la mucosa intestinal, en gastritis, úlceras gastrointestinales y gastroduodenales y como apoyo en caso de síndrome de colon irritable.
- Se está ensayando el uso de la tintura de malvavisco y de otras hierbas como el romero para tratar de neutralizar la infección recurrente producida por la bacteria Escherichia coli, responsable de muchos casos de persistencia de problemas gastrointestinales.
- Se le atribuye un claro efecto laxante y se destina en remedios tradicionales y de herbolario para aliviar el estreñimiento.
- Como agente antiinflamatorio, fórmulas que incluyen malvavisco se dirigen al tratamiento natural para combatir los síntomas más habituales de las alergias primaverales, como ataques de tos, estornudos explosivos, lagrimeo y dolor de garganta.
- El malvavisco constituye un elemento imprescindible para el tratamiento de afecciones de la boca por su capacidad para proteger y restaurar las mucosas dañadas. Se incluye en remedios para aliviar la gingivitis o inflamación de las encías, la glositis o inflamación de la lengua y para tratar aftas, llagas y úlceras bucales, con buenos resultados.
- Se usa como emoliente y antipruriginoso para calmar el dolor y el picor provocado por abscesos, forúnculos, picaduras de insectos, urticarias y dermatitis, en aplicaciones por vía externa.
- Quemaduras y escaldaduras son tratadas también con remedios que incorporan la raíz de malvavisco, por su alto valor como restaurador de las células epidérmicas.
- Por vía externa, remedios con malvavisco se emplean como analgésicos y rubefacientes para aliviar el dolor muscular, las lumbalgias, las contracturas musculares y los procesos artríticos y artrósicos, generalmente en combinación con otras hierbas de herbolario que refuercen su acción.
Precauciones con el malvavisco:
El malvavisco es en líneas generales una planta segura, que se puede tomar sin problemas, siempre en dosis ponderadas. Como medidas de prudencia, se alerta sobre los siguientes puntos:
- - En caso de diabetes, cabe pedir consejo con el facultativo que le esté tratando antes de decidirse a consumir esta planta, con tan alto contenido en mucílagos (convertibles en polisacáridos)
Cómo se aplica el malvavisco:
Del malvavisco se emplean la raíz yen menor medida las hojas y las flores. Sus aplicaciones quedan resumidas a continuación:
- o En decocción de la raíz, combinado con otras plantas, hasta tres vasos al día.
- o Infusión de flores y hojas para problemas digestivos, dos tazas diarias.
- o En tintura.
- o El extracto líquido, unas 50-80 gotas en tres o cuatro tomas diarias.
- o En forma de jarabe para afecciones respiratorias, dos cucharadas.
- o La infusión de hojas y flores para ser aplicada en forma de compresas o lavados parciales.
- o La decocción de raíz, unos 30 g por litro de agua, ara ser aplicada en forma de baños, lavados, compresas, colutorios y lociones.
- o En cápsulas y comprimidos, de productos de herbolario.
Otros usos del malvavisco:
Se ha usado, aunque poco, en jardinería. Es más frecuente encontrarse con otras especies afines, ciertamente vistosas, como la malva real o malvarrosa Althaea rosea o los conocidos hibiscos.
Fórmulas con malvavisco:
El malvavisco se incorpora en numerosas fórmulas de herbolario, como es el caso de las que te proponemos a continuación. Por otro lado se añade a remedios herbarios para rebajar el posible efecto irritante sobre las mucosas digestivas que pueda generar algún otro ingrediente de la fórmula.
Tisana para la bronquitis
Ingredientes: Raíz de malvavisco, gordolobo, helenio, marrubio blanco y anís verde. Dos partes de malvavisco por una de cada una del resto de plantas.
Preparación: Se separa una cucharada sopera rasa de la mezcla por cada vaso de agua. Hervimos 2 minutos y dejamos 10 minutos más en reposo, tapado. Le añadimos una pizca de miel de tomillo.
Dosis: Tomar hasta 3 vasos al día, moderadamente calientes.
Tisana laxante
Destinada a tratar episodios de estreñimiento.
Ingredientes: Raíz de malvavisco, zaragatona, frutos de sen, hojas de boldo, hinojo. El malvavisco cumple aquí la función de neutralizar el posible efecto irritante de las plantas laxantes.
Preparación: Una cucharada sopera de la mezcla a partes iguales por cada vaso de agua. Se puede macerar durante la noche o bien poner a hervir 3-4 minutos y dejar en infusión otros 10. Colamos. Se le puede agregar sirope de ágave o miel para mejorar el sabor.
Dosis: Una taza a media tarde y otra después de cenar. No tomar esta tisana en periodos prolongados y no simultanear con la toma de medicamentos laxantes.
Fórmula mucolítica y desintoxicante, ideal para fumadores
Ayuda a combatir los síntomas por la adicción al tabaco, tos irritativa, irritación de garganta, congestión pulmonar, etc.
Ingredientes: Raíz de malvavisco, pino silvestre, marrubio blanco, pulmonaria, liquen de Islandia, regaliz.
Preparación: 2 cucharadas soperas de la mezcla a partes iguales por 1/2 l de agua. Hervimos 3 minutos, dejamos que repose 10 minutos y colamos. Le podemos agregar miel de tomillo o de azahar al gusto.
Dosis: Se puede ir bebiendo durante el día, incluso fría.
Crema para dolores artríticos y musculares
Destinada a aliviar el dolor muscular, lumbar y artrítico.
Ingredientes: Extracto glicólico de raíz de malvavisco (2 g), oleato de Capsicum annuum (2 g), extracto de jengibre (0,5 g), salicilato de metilo, alantoína y un emulsionante natural tipo goma xantana (polisacárido derivado del maíz), goma guar, cera, etc. (100 g)
Preparación: Se mezclan ben los ingredientes hasta formar una masa compacta pero viscosa. Guardar unos 10 días en un espacio seco, sin humedad.
Aplicación: En uso tópico, fricciones sobre el área dolorida, dos o tres veces al día.
Tisana digestiva
Indicada para tratar úlceras gástricas, gastritis, dispepsias, gases y meteorismos.
Ingredientes: Raíz de malvavisco, jengibre, condurango, hierba luisa y regaliz. 15 g. de cada planta.
Preparación: Las mezclamos bien y separamos unos 5 g de la mezcla por cada vaso de agua. Lo ponemos a hervir 2-3 minutos, para luego dejarlo reposar otros 8-10 minutos, tras lo cual se cuela. Se le puede agregar miel de romero o sirope de ágave, para suavizar el tono algo picante del jengibre.
Dosis: Es una tisana ideal para ir bebiendo durante el día, incluso fría de nevera en verano.
Publicado en webconsultas.com
Comentarios
Publicar un comentario