ABEDUL
ABEDUL, aliado natural del riñón y el corazón
Las hojas del abedul constituyen uno de los principales recursos de herbolario para tratar las dolencias vinculadas al riñón y al corazón, con un alto valor preventivo. Usamos de él las hojas pero también la savia.
Qué es el abedul
El abedul ha tenido una presencia preeminente en las viejas tradiciones europeas, no en vano es un árbol casi omnipresente en las grandes cordilleras del continente. Su imagen está asociada a la de los legendarios druidas centroeuropeos y celtas, que se valían de sus ramas jóvenes a modo de varitas mágicas para proclamar sus profecías y para ahuyentar a los malos espíritus. El abedul representaba para estos druidas la constatación de la inmortalidad del alma, pero también era considerado el árbol de la sabiduría. Cosechaban la savia para elaborar pócimas curativas con las que se celebraba el final del invierno y la venida del buen tiempo. No menos importante era la corteza, que también recogían para utilizarla como pergamino sobre el cual trazar sus manuscritos. Las ramas jóvenes se hacían servir asimismo como correas y látigos con los que fustigar a los menos dóciles. En las Highland escocesas se usaba la savia para tratar dolencias del hígado y en Escandinavia era costumbre que la gente se golpeara las extremidades con los ramilletes jóvenes para activar la circulación sanguínea. En Rusia los inacabables bosques de abedules constituyen una de las imágenes más características de su paisaje montano. De esta madera están hechas las conocidas muñecas rusas o matrioshkas, pero también se fabricaban y se siguen fabricando raquetas para la nieve.
Pero de abedules también los hay en Norteamérica, de especies muy afines a la europea. Y este árbol aparece con frecuencia en los relatos sobre los primeros exploradores blancos en las montañas del norte, como supo reflejar de manera incomparable el novelista y aventurero Jack London. En su angustioso relato “To build a fire” (Montar una hoguera) narra cómo un explorador solitario, perdido en la inmensidad de las montañas del Yukón, al noroeste de Canadá, se las apaña para salvarse de una muerte segura por congelación empleando la madera de abedul como remedio expeditivo para entrar en calor.
Cómo es y dónde se encuentra
Los abedules son árboles de montaña que forman bosques claros y abiertos, que prosperan también en terrenos afectados por aludes o corrimientos de terreno. En Europa contamos con dos especies de abedul muy similares, el abedul pubescente Betula alba o Betula pubescens, y el abedul común Betula pendula. Ambos se encuentran por la mayor parte de Europa. En la península Ibérica se extienden por el Cantábrico (B. alba) y por los Pirineos y las montañas del sistema Central y Bético (B. pendula). En Norteamérica se conocen 8 especies distintas de abedules. Y en América latina tan solo se encuentra como ornamental en parques y jardines.
El abedul es un árbol caducifolio de entre 10 y 30 metros de alto, muy esbelto, de copa alargada y ramas jóvenes generalmente colgantes. La corteza, de color blanco, atravesada por líneas o fisuras negras, es un aspecto que nos sirve para identificarlo de lejos. Las hojas tienen forma triangular, puntiagudas, con los márgenes aserrados. Y las flores se agrupan en amentos (inflorescencias) colgantes. Otra característica del abedul es el movimiento vibratorio que muestra su follaje al menor soplo de aire, y la bella coloración dorada que adquiere en el otoño.
Principios activos del abedul
Del abedul se cosechan, con fines medicinales, las hojas (Betulae Folium), las yemas o brotes jóvenes, la savia y con menor frecuencia, también la corteza, el leño e incluso las cenizas.
Comparte con el roble, la encina, el sauce blanco, el pino silvestre y el olivo la categoría de gran árbol medicinal de la farmacopea europea. Los principios activos que le confieren importancia terapéutica se concentran especialmente en las hojas, pero también se hallan porcentajes significativos en las yemas y la corteza. Toma nota de los siguientes principios:
- Flavonoides (2-3%), con quercetol, hiperósido, avicularina y otros, que le dotan de una potente acción diurética, depurativa y desintoxicante.
- Taninos, presentes también en la corteza, que le confieren acción astringente y antihemorrágica.
- Aceite esencial (hasta un 1%), que al hidrolizarse produce sacilicato de metilo, un éster del ácido salicílico, que le confiere acción antiséptica, febrífuga y analgésica.
- Sales minerales en cierta abundancia (potasio especialmente), que le dota de acción diurética y antiinflamatoria.
- Triterpenos: Ácido betulínico, betulinol, ácido nicotínico.
- Ácidos fenólicos
- Vitamina C, carotenos.
- Hidratos de carbono, ácidos grasos insaturados y sales minerales en la savia.
Para qué está indicado el abedul
El abedul está considerado por los expertos como el gran aliado de nuestros riñones y tal vez uno de los mejores antisépticos herbarios con el que podemos contar. Los herbolarios lo incorporan en muchas de sus formulaciones fitoterapéuticas para tratar las dolencias que afectan a este órgano, esencial para el filtraje de toxinas y metales pesados y para facilitar su eliminación con la orina.
Se le atribuyen propiedades diuréticas, antisépticas a nivel urinario, febrífugas, antiinflamatorias, antirreumáticas, antihipertensivas, analgésicas, astringentes, hemostáticas, cicatrizantes, remineralizantes, vitamínicas y desintoxicantes.
Las principales indicaciones del abedul son las que te exponemos a continuación:
- Se revela como un antiséptico urinario de primer orden, indicado en infecciones urinarias como la cistitis, la uretritis, la prostatitis.
- Previene la formación de piedras en el riñón y te ayuda a disolverlos o eliminarlos en una primera fase si ya los has desarrollado. Puede aliviar el dolor, a veces intenso, que provoca el cólico nefrítico, aunque será una solución complementaria.
- Muestra un gran poder antiinflamatorio, especialmente efectivo en caso de inflamación renal (pielonefritis)
- Te ayuda a eliminar el exceso de cloruros, urea y ácido úrico por la orina, despliega una notable acción depurativa y desintoxicante.
- Alivia el dolor provocado por la inflamación de las articulaciones, se muestra como un analgésico y antiinflamatorio eficaz en tratamientos de largo alcance de la artritis, la artrosis y la gota.
- Es muy útil, como alternativa a los antipiréticos de síntesis, para bajar la fiebre en infecciones urinarias, hepáticas y digestivas.
- Estimula la emisión de orina, favorece la eliminación de toxinas, previene la retención de líquidos y se señala como terapia de apoyo contra el sobrepeso.
- Ayuda a controlar la tensión sanguínea.
- Reduce el dolor y la inflamación en contracturas musculares, tendinitis, fibrositis, bursitis y neuralgias.
- Se ha indicado como apoyo en el tratamiento natural de la fibromialgia.
- Alivia las cefaleas, y se impone como una alternativa interesante a los analgésicos y antiinflamatorios de síntesis (iboprufeno)
- Se indica como solución natural para reducir los estados febriles y aliviar el trancazo en procesos gripales, resfriados y alergias respiratorias.
- Por su efecto astringente y antidiarreico, te ayuda a combatir la diarrea y los cólicos.
- En uso externo, se prescribe sobre dolores osteoarticulares, sobre eccemas, forúnculos, urticarias, picaduras de insectos y abscesos.
- Se ha indicado como antiinflamatorio en caso de cervicitis o inflamación uterina.
- Fortalece las raíces del cabello y previene su caída prematura. En tal caso se aplica en forma de loción.
- La savia de abedul se prescribe como depurativo, para tratar la litiasis renal (piedras) y en curas desintoxicantes y como apoyo en tratamientos de ayuno.
Precauciones con el abedul
Aunque el abedul se presente como una posible alternativa de determinados fármacos, en especial antiinflamatorios y analgésicos, no se debe tomar a la ligera. Es necesario que te ciñas a las dosis que te haya marcado el especialista, sobre todo si lo tomas en forma de extracto. Pero además hay ciertas salvedades que debes tener presente.
- Por la presencia de salicicato de metilo, debe ser consumido con moderación –o incluso evitado- por pacientes propensos a desarrollar hemorragias internas, como hemorroides internas o que estén siguiendo tratamientos hemostáticos o anticoagulantes. Esta alerta cabe hacerla sobre todo cuando se consumen extractos concentrados.
- Si eres hipertenso o has padecido alguna cardiopatía, o bien si tomas medicación por problemas cardiovasculares, no dejes de consultar con tu cardiólogo antes de empezar un tratamiento con abedul –un diurético muy resolutivo- a fin de evitar incompatibilidades o descompensaciones de la tensión sanguínea.
- Por la presencia de taninos, se desaconseja su toma por personas propensas a padecer de gastritis, colon irritable, úlceras gastroduodenales, al menos en sus presentaciones más concentradas (jarabes, extractos)
- Debes evitar los extractos y el jarabe de abedul durante el embarazo y la lactancia.
Cómo se toma el abedul
Puedes encontrar hojas de abedul en tus paseos por la montaña y cosecharlas tu mismo/a. Bastará con que te adentres por cualquier cordillera europea y aprendas a identificar el árbol, lo cual no es nada difícil. Pero más cómodo aún te será acudir a un buen herbolario para adquirir la planta a granel o en las diversas presentaciones que ofrece el mercado.
La formas de presentación del abedul son las que te resumimos a continuación:
- o Las hojas secas (o frescas) en infusión, como diurético. 30 g por litro de agua. Dos tazas al día. Generalmente se asocia a otras plantas con las que se complementa. La hoja de abedul tiene un sabor muy amargo, poco grato al paladar.
- o Las yemas y la corteza en decocción como astringente y antidiarreico. Una o dos tazas al día.
- o El extracto líquido, 30 gotas en tres tomas diarias, con agua o zumo de frutas.
- o Extracto seco nebulizado, entre 300 y 600 mg. Dos o tres tomas al día.
- o El jarabe, como febrífugo y analgésico, en afecciones respiratorias. 3 cucharadas soperas al día.
- o En comprimidos de 500 o 250 mg, 2 a 4 al día. Encontrarás productos en los que el abedul se combina con cola de caballo, grama, maíz, etc.
- o Savia de abedul como depurativo. Se toma diluida en la infusión, con agua, zumo de frutas o en el yogur. Destinada a curas para tratar el sobrepeso.
- o Cataplasmas sobre heridas, llagas, ulceraciones de la piel, granos, urticarias, etc.
Fórmulas herbarias con abedul:
Te proponemos algunas fórmulas que incorporan abedul y que te puedes preparar tú mismo o pedir que te elaboren en tu herbolario de confianza.
Fórmula para bajar el ácido úrico:
- ¬ Ingredientes: Hojas de abedul, grama, lespedeza, hojas de coronilla de fraile Globularia alypum y de fresno, más el corrector de sabor que aporta el anís estrellado.
- ¬ Preparación: Necesitas una cucharada sopera rasa de la mezcla a partes iguales por cada vaso de agua. Hierves 2-3 minutos, dejas que repose en la tetera, tapado, unos 10 minutos más y lo filtras. Le puedes agregar miel de romero.
- ¬ Dosis: Hasta tres tazas al día, en ayunas.
Fórmula para la hipertensión:
- ¬ Ingredientes: Abedul, grama, maíz, espino albar, cola de caballo e hinojo.
- ¬ Preparación: 20 g de cada planta. Las mezclas a fondo y separas una cucharada por taza de agua. Hierves 2 minutos y dejas reposar 10 minutos más. Lo cuelas.
- ¬ Dosis: Una o dos tazas diarias.
Fórmula para aliviar el dolor reumático y muscular:
- ¬ Ingredientes: Hojas de abedul, harpagofito, viburno Viburnum opulus, ulmaria, pasiflora y anís verde.
- ¬ Preparación: Una cucharada sopera de la mezcla a partes iguales por vaso de agua. Hierves 2 minutos, dejas reposar 10 minutos más y lo filtras.
- ¬ Dosis: Hasta 3 vasos diarios, en ayunas.
Otros usos del abedul:
Los extractos de hoja de abedul se incorporan en numerosos productos cosméticos, sean champús, jabones, lociones para el cabello, cremas anticelulíticas, pomadas antiinflamatorias, cremas exfoliantes, aceites corporales, etc.
Las cenizas de abedul se habían utilizado en países nórdicos, como los países Bálticos (Estonia, Letonia) y Laponia para el tratamiento de afecciones reumáticas y respiratorias, asi como para aliviar la acidez estomacal.
El abedul embellece muchos parques y jardines, y se ha plantado también en calles y avenidas.
La madera de abedul es noble, blanda y muy versátil, se considera también resistente y moldeable, y se destina a la fabricación de muebles, molduras, frisos, chapas decorativas, artículos deportivos, adornos, herramientas, etc. Resulta ideal para el contrachapado y se emplea también en construcción.
Publicado en webconsultas.com
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