TISANAS DE PRIMAVERA

 10 TISANAS IDEALES PARA LA PRIMAVERA

La estación de los florecimientos es también un buen momento para gozar de esas mismas plantas en forma de tisanas, que pueden resultar más o menos gustosas y al tiempo un variado recurso medicinal.

La toma de una tisana demanda cuanto menos de unos instantes de calma para su preparación, por simple que sea, y supone un pretexto ideal para la relajación o para la charla amable si se está en compañía. El sano placer de las tisanas –parafraseando el título de un libro de Integral de Ramón Roselló- suma al pausado deleite de sus variados sabores, sus específicas indicaciones reparadoras. 

Se requiere una cierta experiencia para conocer la compatibilidad botánica y química de las plantas seleccionadas a fin de elaborar una tisana equilibrada, en la que los distintos ingredientes se complementen o bien potencien una acción determinada. Pero por otra parte es bien cierto que muchas plantas tienen un sabor amargo, tosco o insípido que no invita a degustarlas. Los entendidos advierten que un sabor muy amargo no se conseguirá anular con un aporte muy dulce, sino que resultará más efectivo un amargo aromático, como la corteza de naranja amarga o limón, pero en cambio el dulzor del anís o el aroma intensamente mentolado de la menta vendrán bien para combatir la insipidez. No cabe duda de que para que el acto de saborear una tisana resulte agradable más allá de su posible función terapéutica, deba aportar un placer a los sentidos, en especial al olfato y al gusto, lo cual se consigue incluyendo hierbas de agradable sabor en la formulación. Por todo ello, si no se tiene experiencia, es preferible contar con el asesoramiento de un herborista experto. 

TISANAS O INFUSIONES 

Existe cierta confusión terminológica entre estos dos conceptos, tisana e infusión. Para algunos son sinónimos, lo cual no es exacto. Para otros la infusión se elabora con una única planta y la tisana sería la mezcla de varias. En cambio, otros expertos distinguen a un y otro concepto en función de la forma de preparación. La infusión, que se realiza con las partes blandas de la planta –hojas, flores, algunos frutos-, consiste en calentar el agua hasta que está al punto de ebullición, sin llegar a él, y verterla sobre las hierbas, dejando que repose unos minutos, en una tetera o pote con tapa. De otra manera estas partes blandas podrían perder parte de sus principios activos, en especial las sustancias aromáticas. En cambio, en la tisana, las hierbas se hierven de uno a cinco minutos en el agua, y luego se deja en reposo unos 10 minutos. Éste es el sistema utilizado también con las partes duras de las plantas, como cortezas y raíces, y que se conoce como decocción. Las plantas con un contenido elevado de mucílagos y aceites volátiles, como la frángula, convendrá someterlas a maceración en agua fría durante la noche. En todos los casos de lo que se trata de aprovechar de la mejor manera los principios activos que contienen esas plantas. 

En este artículo se ofrece una selección de 10 tisanas, que en alguna ocasión nos han recomendado desde el herbolario el Manantial de Salud, y con las que se pueden cubrir un espectro amplio de dolencias corrientes que afectan a los miembros de la familia.

1- Tisana para depurar los riñones

A quien conviene: Se recomienda para facilitar la depuración a nivel renal, pero también para prevenir la formación de piedras en el riñón, o si ya se han formado, para ayudar a su expulsión. No es menos útil para combatir la retención de líquidos y como un apoyo en caso de hipertensión arterial.

Ingredientes: Mijo del sol, arenaria, ortosifón, gayuba, hinojo y anís estrellado, a partes iguales. Dos cucharadas de la mezcla por ½ l. de agua
Preparación y dosis: Se hierve apenas 1 minuto, se deja reposar 10 más y se filtra. Tomar durante el día.

Precauciones: No se recomiendan tratamientos prolongados con mijo del sol por su contenido en alcaloides, pudiendo ser sustituida por otra planta, como las hojas de abedul. Y evitar la gayuba en el embarazo y en caso de gastritis.

2- Tisana estimulante y antiestrés

A quien conviene: Para cuando uno se sienta desmotivado, alicaído, afectado por estados de debilidad o astenia, o bien atenazado por el estrés, esta tisana ayuda a recobrar el ánimo y a adaptarse a las situaciones complicadas.

Ingredientes: Rodiola, eleuterococo, romero y ajedrea, 20 g por planta.
Preparación y dosis: Se separa una cucharada sopera rasa de la mezcla a partes iguales por ¼ taza agua. Se hierve apenas 3 minutos, se deja en reposo, tapado, 10 minutos más y se filtra. Se le puede añadir una pizca de miel para mejorar el sabor. Tomar un vaso dos veces día, por la mañana con el desayuno y después de comer.

Precauciones: Si incluye eleuterococo, los expertos recomiendan tratamientos discontinuos, de 3 semanas, con otras 3-4 de descanso, pero no entraña problema si se toma de forma puntual.

3- Tisana para el dolor de cabeza

A quien conviene: Fórmula ideal para quien sufre un episodio de migraña o cefalea de forma ocasional y desea combatirlo sin pastillas. Puede ser una alternativa también para aquellos que la padecen de forma más recurrente y que están abonados al paracetamol, aunque es bien cierto que no a todo el mundo da resultados. 

Ingredientes: Betónica, menta, ginkgo, pasiflora y flor de azahar. A partes iguales 1 cucharada sopera de la mezcla por vaso agua. 

Preparación y dosis: Hervir apenas un minuto o escaldar el agua y mantener las hierbas 10 minutos en infusión. Para rebajar la amargor del ginkgo, se puede añadir corteza de naranja amarga. Bastan dos vasos al día, el primero ya al primer síntoma que se perciba.

Precauciones: La pasiflora debe ser utilizada con prudencia, mejor si se cuenta con asesoramiento médico. Puede ser reemplazada por matricaria, pero ésta tiene el inconveniente de su pésimo sabor.

4- Tisana para la acidez estomacal

A quien conviene: Por las plantas que la integran, los herboristas la recomiendan muy especialmente para tratar de aliviar el molesto problema del reflujo gastroesofágico, asi como la acidez de estómago y los espasmos gástricos. No es menos válida para combatir gases, meteorismos, flatulencias y el mal sabor de boca. 

Ingredientes: Raíz de regaliz, rabo de gato, hinojo y anís verde. 1 cucharada sopera de la mezcla por ¼ l agua. 

Preparación y dosis: Hervir 2-3 minutos, mantener en reposo 10 más y colar. Tomar una taza después de las comidas principales. Tiene un sabor algo adulzado, que puede gustar a los niños.

Precauciones: A causa sólo de la regaliz, esta tisana no se recomienda a personas diabéticas y a hipertensas, cuanto menos de manera prolongada. La glicirrina –componente de la regaliz- puede provocar un aumento de la tensión arterial.

5- Tisana para problemas urinarios

A quien conviene: Es una fórmula de herbolario indicada para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata, sobre todo a nivel preventivo. Tiene la particularidad de que inhibe la enzima de la inflamación prostática. Se recomienda por tanto a varones por encima de los 50 años, a los que ayuda a disminuir los trastornos asociados al adenoma benigno, como la necesidad de orinar con frecuencia y la nicturia. Pero por su alto valor antiinflamatorio y diurético, es también útil para aliviar la inflamación de vejiga y de próstata y para el tratamiento de apoyo de otros trastornos urinarios como nefritis, ureteritis y litiasis renal.

Ingredientes: Epilobio, pygeum, buchú, brecina y anís estrellado. 20 gs de cada a partes iguales.
Preparación y dosis: 1 cucharada sopera rasa de la mezcla por vaso agua. Hervir 2-3 minutos, reposar 5 más y colar. Se pueden tomar hasta 3 vasos al día.

Precauciones: El pigeum puede provocar molestias gástricas en personas especialmente sensibles. La brecina se desaconseja en caso de gastritis.

6- Tisana para la bronquitis

A quien conviene: Para combatir la bronquitis, si no hay otra patología asociada, el uso de antibióticos no muestra una eficacia mayor al placebo, como se ha demostrado en estudios recientes, y en cambio puede deparar efectos indeseados. La toma de una tisana adecuada se revela como una buena alternativa para ayudar a eliminar la congestión y rebajar la inflamación de las vías respiratorias, prescindiendo de esos fármacos. Se recomienda en procesos alérgicos como los provocados por la reacción al polen de determinadas plantas.

Ingredientes: Brotes de pino albar, marrubio blanco, poleo blanco, malva e hinojo. Dos cucharadas soperas rasas de la mezcla por 1/4 l agua. 

Preparación y dosis: Se hierve un par de minutos. Se deja que repose 10 minutos y tras lo cual se filtra. Se puede tomar durante el día. El hinojo y el poleo le aportan un sabor agradable, que contrarresta al del marrubio, pero se le puede agregar corteza de naranja amarga.

Precauciones: El pino albar es rico en taninos, lo cual podría provocar irritación gástrica en personas sensibles a ello, pero la malva actúa a su vez de protectora.

7- Tisana para los dolores menstruales

A quien conviene: Puede ser una buena ayuda para las mujeres jóvenes y maduras, en edad reproductora, para quienes la llegada del periodo supone un pequeño tormento mensual. Ayuda a combatir los diferentes síntomas del síndrome premenstrual, como los gases, sensibilidad en las mamas, cefaleas, fatiga, dolor de espalda, etc. Esta tisana puede ayudar también a combatir los síntomas de la dismenorrea o menstruaciones dolorosas, como el dolor en la parte baja de la espalda, las náuseas, la transpiración y los mareos.

Ingredientes: Abrótano hembra (santolina), hibisco, salvia, artemisa y menta. Tres cucharadas soperas de la mezcla a partes iguales por ¾ l agua. Se puede mejorar el sabor agregando hinojo.

Preparación y dosis: Hervir 1 minuto, dejar que repose otros 10 y colar. Tomar 3 veces día, desde los 9 días previos a la llegada del periodo. 

Precauciones: No se recomienda consumir la salvia por periodos prolongados. 

8- Tisana antidiarreica

A quien conviene: Muy diferentes pueden ser las causas que pueden desencadenar una diarrea, la más frecuente es la gastroenteritis vírica, pero también una intoxicación alimentaria, un efecto indeseado de un tratamiento farmacológico, enfermedades intestinales inflamatorias, intolerancia a la lactosa, etc, sin olvidar los estados nerviosos y el estrés. Para diarreas puntuales, por intoxicación o gastroenteritis, la toma de plantas astringentes supondrá una buena ayuda para cortar la diarrea en tratamientos de unos pocos días.

Ingredientes: Agrimonia, salicaria, rosal silvestre, llantén y menta, a partes iguales. Una cucharada sopera rasa de la mezcla por vaso de agua.

Preparación y dosis: Hervir 1 minuto, dejar que repose 10 más y filtrar. Tomar dos tazas al día, tras las comidas.

Precauciones: El riesgo de ocasionar posibles irritaciones gástricas, por el contenido alto en taninos de la salicaria, debe quedar compensando con el efecto protector de las mucosas que brinda el llantén.

9- Tisana para la hipertensión

A quien conviene: Aunque a veces puede dar algunos síntomas, como desequilibrios, mareos o dolor de cabeza, la hipertensión es una enfermedad silente, que mucha gente desconoce que la padece. En hipertensiones moderadas o como apoyo a una medicación, esta tisana puede ser una ayuda a considerar. Es útil también para reducir las palpitaciones nerviosas y para la prevención de la arteriosclerosis y los trombos.

Ingredientes: Hojas de olivo, paliure, grosellero negro, estigmas de maíz e hinojo, 20 g de cada planta. Separar unos 5 g de cada por taza.

Preparación y dosis: Hervir 2 minutos, dejar que repose 10 más y filtrar. Se le puede añadir una rodaja de limón y miel, pero el hinojo actúa como corrector de sabor. Tomar 2 tazas diarias, tras las comidas.

Precauciones: La toma de diuréticos por parte de personas hipertensas debe ser consultado con el médico, en caso de seguir medicación, para no interferir en ella.

10- Tisana para alergias primaverales

A quien conviene: Para mucha gente, la llegada de la primavera, con el estallido de floraciones que colman prados, parques y jardines, supone un pequeño tormento. La explosión de polen y de insectos, el polvo, pelos, plumas y todo un torbellino de sustancias alergénicas extrañas para el sistema inmunológico que flotan en el ambiente, provocan en estas personas un cuadro variado de síntomas, como rinitis, inflamación ocular, picores, urticarias, congestión pulmonar, estornudos frecuentes, etc. Esta tisana puede ser una alternativa o un apoyo a los fármacos antihistamínicos que suelen recetar los facultativos en estos casos para combatir tales síntomas.

Ingredientes: Perpetua (Helichrysum stoechas), tusílago, pino silvestre, llantén mayor, equinácea (sumidades) e hinojo. 20 g de cada.

Preparación y dosis: Una cucharada sopera de la mezcla por cada taza. Hervir 2 minutos, dejar en reposo y filtrar. Se le puede añadir un poco de miel de tomillo. Tomar dos o tres tazas al día, mientras se mantenga la crisis alérgica.

Precauciones: No incluir la equinácea si se está embarazada o en periodo de lactancia y en caso de que exista alguna patología hepática.

Con calor, tisanas frías

Las tisanas se pueden tomar en cualquier momento del día y del año. Cuando llegan los primeros calores en primavera puede apetecer tomarlas frías o muy frías. Y se convierten de este modo en una alternativa saludable a las bebidas refrescantes gasificadas, que por su alto contenido en azúcares, resultan poco recomendables. Tisanas que contengan hibisco, menta, regaliz, ajedrea o poleo, más una corteza de naranja o limón, pueden ser las más adecuadas. Tras la elaboración, se dejan enfriar y se conservan en la nevera, para beberlas frías, como una apetecible bebida refrescante.

La tisana para perder peso

Asociadas a recomendaciones dietéticas y de hábitos de vida, las tisanas ayudan a perder los kilos de más. Incluyen plantas saciantes y diuréticas, a fin de favorecer la eliminación de residuos y restringir el apetito excesivo, como hojas de abedul, fucus, ortosifón, glucomanano, diente león y anís verde. 20 g de cada por ½ litro de agua. Dejar el glucomanano y el fucus en agua toda la noche. Hacer una infusión con diente de león, ortosifón y abedul, agregar la maceración y reposar 10 más. Colar y tomarla durante el día.