PLANTAS PARA LA ANEMIA

 ANEMIA BAJO CONTROL CON PLANTAS

Una de las consultas más frecuentes en los herbolarios es la cura de la anemia por medios naturales, puestos que muchos remedios con plantas medicinales se han demostrado eficaces, cuanto menos como apoyo a tratamientos clínicos.

La anemia es la dolencia que se da por una deficiencia de glóbulos rojos sanos para transportar un nivel óptimo de oxígeno desde los pulmones a todos los tejidos del cuerpo. Este transporte lo realiza una proteína, la hemoglobina, que cuando en varones adultos se cifra en 13,5 gr/dl y en mujeres adultas en 12, se habla de presencia de anemia. Existen diferentes tipos de anemia y en muchos casos la anemia viene originada por distintas causas. Dos de las formas más frecuentes de anemia es por falta de hierro, anemia ferropénica o por déficit de vitaminas. La falta de hierro es  sin duda la más habitual y se produce no tanto, que también, por una ingesta baja de hierro con la comida como por pérdida de sangre en hemorragias en el aparato digestivo (úlceras, pólipos, etc.) o en trastornos ginecológicos (menstruaciones abundantes, la regla).

La anemia por falta de vitamina es menos frecuente, y se asocia al déficit de vitamina B12, presente en muchos alimentos de origen animal, pero las personas veganas y vegetarianas no han de tener problemas porque muchos alimentos están fortificados con vitamina B12 y ésta es producida también por ciertas bacterias. 

Quien padece de anemia está muy familiarizado con sus síntomas, que pueden ser muy variados, como fatiga, debilidad, mareos,  falta de aire, aturdimiento, dolor de cabeza, tener los pies y las manos fríos, hormigueos, presión en el pecho o incluso decoloración amarillenta de la piel. Otros síntomas  que se observan son la pérdida de peso, la debilidad muscular, la presencia de latidos fuertes o palpitaciones, la desorientación, la inestabilidad al movernos o incluso casos de olvidos o pérdida de memoria. Lo importante es determinar la causa, acudiendo al médico especialista, para tratar de corregir esta tendencia y descartar problemas graves que expliquen esta pérdida de sangre.

Las plantas medicinales pueden ser una buena opción para afrontar la anemia, en especial estos dos tipos de anemia ya indicados, por déficit de hierro o de vitaminas, preferentemente en estados de anemia leves o moderados, sean crónicos o pasajeros. Muchas plantas que se ofrecen en los herbolarios o que puedes hallar en el campo, si dispones de conocimientos para identificarlas, son especialmente ricas en hierro y en otros nutrientes minerales, asi como en vitaminas. Los remedios que de ellas se obtienen pueden servir para mitigar algunos de los síntomas de la anemia y para brindar a las personas anémicas una opción natural para tratar su dolencia o cuanto menos para dar a un apoyo seguro al tratamiento clínico que estén siguiendo. En tal caso, es preciso informar al  médico que les trata para que nos dé su visto bueno. En este artículo hemos seleccionado ocho de las plantas antianémicas más representativas, que difícilmente no hallarás en tu herbolario de confianza.

Ortiga, una inyección de minerales

Urtica dioica L.

Dónde se encuentra: Es una planta muy ubicua, que puedes encontrar en descampados, barrancos, riberas, solares abandonados, márgenes de caminos y sembrados. 

Partes que usamos: Las sumidades aéreas y las raíces, en menor medida también las semillas. Contiene diferentes minerales, empezando por hierro y calcio, también sílice, potasio, manganeso, azufre, etc, vitamina A, carotenoides, ácidos orgánicos (caféico, clorogénico, fórmico, gálico), flavonoides (quercetol), taninos, fitosteroles, etc.

Cuáles son sus propiedades: La modesta ortiga despliega sobre nuestro organismo un amplio espectro de reacciones reparadoras, como reconstituyente natural, como elemento remineralizante y vitamínico, defatigante, antianémico, analgésico, antiinflamatorio, hipotensor, astringente y diurético.

A quien conviene: La ortiga supone un buen apoyo para tratar la anemia por falta de hierro y de vitaminas. Te ayuda a combatir la fatiga, la debilidad, la tensión muscular y la sensación de hormigueos y frío en las extremidades. Como planta astringente, puede ayudar a regular la pérdida de sangre en trastornos digestivos y ginecológicos.

Cómo se toma: En decocción, hervir unos 2-3 minutos y dejar en infusión otros diez, tomar hasta tres vasos al día, mejor asociada a otras hierbas, como hinojo o menta. La encontrarás también en forma de jarabe, extracto líquido, tintura y en comprimidos.

Acedera, un antianémico tradicional

Rumex crispus L.

Dónde se encuentra: Planta robusta que puedes localizar en riberas, descampados, herbazales, márgenes de campos y caminos. 

Partes que usamos: Las hojas y la raíz. Contienen sales de hierro, antraquinonas, vitamina C, quercitina, ácido oxálico.

Cuáles son sus propiedades: Es remineralizante, antianémica, vitamínica, hemostática local, astringente, diurética y depurativa.

A quien conviene: Es una de aquellas plantas muy conocidas por la gente del campo, que la usaban en curas de primavera y como depurativa. Supone un buen aporte de hierro y de vitamina C, lo cual hace de ella un recurso interesante para tratar la anemia ferropénica y la que se da por carencia de vitaminas. Se indica también en estados de convalecencia, debilidad y dolor muscular. Por la presencia de ácido oxálico debe ser evitada en caso de existencia de cálculos renales o si hay predisposición a desarrollarlos. 

Cómo se toma: En decocción, hasta dos tazas al día y en extracto líquido.

Salicaria, freno a la hemorragia

Lythrum salicaria L.

Dónde se encuentra: Esbelta planta que embellece  en verano los cursos fluviales, los lagos, los estanques, las charcas y los pastizales con sus densas inflorescencias rosadas.

Partes que usamos: Las sumidades floridas. Contiene sales de hierro, calcio, flavonoides, abundantes taninos gálicos, antocianósidos, carotenoides en las flores.

Cuáles son sus propiedades: La bella y común salicaria se comporta como astringente, antihemorrágica, antidiarreica, reconstituyente, ligeramente antianémica, demulcente y cicatrizante.

A quien conviene: Es un buen apoyo para regular el ciclo menstrual en las mujeres y para tratar de frenar las menstruaciones abundantes que generan o pueden generar estados de anemia. También se indica como astringente y antihemorrágico en caso de pérdida de sangre por trastornos gastrointestinales. Es un apoyo para las personas anémicas por falta de hierro, a las que aporta fuerza y estabilidad.

Cómo se toma: En infusión, combinada con otras hierbas, hasta tres vasos al día, en tintura, extracto líquido, comprimidos y cápsulas que puedes comprar en un herbolario y algunas farmacias.

Berro, suplemento natural de minerales

Nasturtium officinale R. Brit.

Dónde se encuentra: Es una planta acuática o de ribera que aparece de forma común en acequias, canales, ríos, arroyos, lagos y otros espacios similares, preferentemente cuando sus aguas son limpias y puras.

Partes que usamos: Las sumidades floridas, que se recolectan en el momento álgido de la floración. Cabe limpiarlas bien para eliminar posibles parásitos. El berro es muy rico en sales minerales, como hierro, calcio, sodio, fósforo, manganeso, y lo es también de diferentes vitaminas, como la vitamina C, la A, la B2 y la E. Contiene también ácidos grasos y principios amargos. 

Cuales son sus propiedades: Se considera antianémico, vitamínico, remineralizante, reconstituyente, nutritivo, astringente, aperitivo, digestivo, antioxidante, diurético y balsámico.

A quien conviene: Es un buen apoyo herbario para combatir la debilidad, la atonía muscular, la inestabilidad y la falta de fuerzas, que se da también en estados anémicos por deficiencia de hierro y vitaminas. Se indica igualmente en periodos de convalecencia y como tónico digestivo. El berro ayuda a recobrar la energía y el apetito perdido y se recomienda a deportistas y excursionistas con índices leves de anemia.

Cómo se toma: Con la alimentación, berro fresco en tu ensalada, o bien en sopas o cremas vegetales. En jugo de planta fresca mezclado con el de otras plantas más suaves. No falta en infusión, combinada con otras plantas que atenúen su sabor amargo, unas tres tazas diarias. No la tomes si padeces de gastritis frecuentes, ulcera gastroduodenal o hipotiroidismo.

Levadura de cerveza, energético todo terreno

Saccharomyces cerevisiae Meyen.

Dónde se encuentra: Este hongo, en forma de levadura, se obtiene por la fermentación de los granos germinados de la cebada y otros cereales. 

Partes que usamos: La levadura contiene en abundancia aminoácidos esenciales, , enzimas digestivas y azúcares, pero es también especialmente rica en vitaminas de grupo B, protovitamina D y vitamina E, asi como en distintas sales minerales (fósforo, potasio, hierro)

Cuáles son sus propiedades: La levadura se comporta como antioxidante, antiinflamatoria, vitamínica, remineralizante, como aporte nutricional, regeneradora de la flora intestinal, depurativa y protector hepático. 

A quien conviene: La levadura de cerveza es un suplemento nutricional, de venta en herbolarios y farmacias, al que se le atribuyen un buen número de aplicaciones reparadoras. Es útil como aporte de vitaminas y minerales en caso de anemias producidas por el déficit de alguno de estos nutrientes. Aporta energía y vitalidad para afrontar estados de debilidad, atonía muscular, agotamiento físico y mental, y resulta idónea para tomarla durante el embarazo y la lactancia y en caso de infecciones gastrointestinales para promover la regeneración de la flora bacteriana, alterada a menudo por la toma de antibióticos. Se indica igualmente como recurso dietético para fortalecer nuestro sistema inmunitario.

Cómo se toma: La levadura fresca, para tomar hasta 3 cucharadas al día, en forma de copos o polvos, en forma líquida, en forma de extractos fluidos, o bien en cápsulas o comprimidos.

Alfalfa, hierro extra para la mujer

Medicago sativa L.

Dónde se encuentra: Se cultiva de forma más o menos extensiva en sembrados, destinado sobre todo a forraje, pero aparece con frecuencia de forma espontánea en herbazales, márgenes de caminos y solares. 

Qué partes usamos: Las sumidades floridas, que se cosechan al principio del verano. La alfalfa contiene vitaminas en abundancia, sobre todo vitamina C, E y A,  vitamina K, sales minerales, sobre todo hierro, calcio, fósforo y potasio, saponósidos, taninos y fitoestrógenos.

Cuáles son sus propiedades: Se le atribuyen virtudes antihemorrágicas, astringentes, vitamínicas, remineralizantes y antianémicas.

A quien conviene: La alfalfa pasa por ser una de las grandes aliadas de la salud femenina. Supone un buen apoyo para aquellas mujeres jóvenes afectadas de episodios de anemia por déficit de hierro, a causa de reglas abundantes. Es igualmente útil cuando la anemia deriva de un déficit vitamínico, caso menos frecuente que el anterior. Se comporta también como un tónico energético y nutricional, muy adecuado en caso de fatiga, dolor muscular y debilidad. Por su efecto estrogénico, es un apoyo útil para la mujer en la menopausia y para aliviar los trastornos del periodo menstrual.

Cómo se toma: En forma de infusión, dos vasos diarios, en polvos, extracto líquido, tintura y en cápsulas.

Espinaca, alimento ideal para anémicos

Spinacia oleracea l.

Dónde se encuentra: Se cultiva en sembrados, huertos y viveros.

Qué partes usamos: Las hojas. La espinaca contiene sales minerales en abundancia, en especial calcio, hierro, yodo y potasio, también vitaminas C. K y protovitamina A.

Cuáles son sus propiedades: Se comporta como vitamínica, remineralizante, antianémica, nutritiva, ligeramente laxante, diurética y depurativa.

A quien conviene: Incorporar la espinaca en la dieta es una buena idea en todos los casos, pero especialmente si se padece de una anemia atribuible a falta de hierro o vitaminas. La espinaca tiene un efecto revitalizante, que te ayudará a doblegar la fatiga, la debilidad muscular y la falta de energía. Se indica también como un buen aporte nutricional en caso de convalecencia.

Cómo se toma: La espinaca hervida en alimentación o cruda en ensalada. La encontrarás también en forma de polvos o el extracto en cápsulas o comprimidos.

Cola de caballo, astringente y revitalizante

Equisetum arvense L.
Dónde se encuentra: Aparece, a veces de forma abundante, en espacios próximos al agua o encharcados, como riberas de ríos, barrancos, pantanos, pastizales o marismas.

Qué partes usamos: Los tallos estériles, que aparecen después del tallo fértil. Contiene abundantes sales minerales, en especial potasio, sílice, magnesio o aluminio, asi como vitaminas C y A. Contiene también saponósidos (equisetonina), flavonoides, trazas de alcaloides, ácido equisetólico, manitol, etc.

Cuáles son sus propiedades: Se comporta como astringente, hemostática local, remineralizante, antiinflamatoria, diurética, hipotensora, depurativa.

A quien conviene: La cola de caballo posee un notable capacidad astringente y hemostática que será un buen apoyo natural para neutralizar leves pérdidas de sangre internas o para tratar hemorragias externas y menstruaciones abundantes. Al ser una planta muy rica en sales minerales, en especial hierro y silicio, contribuye a paliar el claro déficit en minerales que la pérdida de sangre provoca. La cola de caballo alivia los síntomas de la anemia como la fatiga física, la astenia, la debilidad, el dolor muscular y la falta de energía. Está indicada en metrorragias y dismenorreas, asi como para tratar sangrados diversos como el sangrado nasal y el producido en heridas fortuitas.

Cómo se toma: En decocción, generalmente asociada a otras plantas como bistorta, alfalfa, ortiga, salicaria e hinojo, hasta tres vasos diarios. Decocción de la planta fresca, recién cosechada, muy rica en sílice, el jugo de la planta fresca, batido. La decocción para aplicarla en compresas frías sobre heridas sangrantes, o bien en polvos, extracto fluido y cápsulas.

Alimentos para el anémico  

Ya hemos hablado de la espinaca, pero no es ni mucho menos la única opción de la que disponen las personas anémicas para adaptar su dieta y hacerla plenamente saludable y apta a sus necesidades. Según los expertos, una buena dieta para anémicos debería incluir:

Legumbres, como la lenteja, que es una campeona en aportarnos hierro, pero también alubias, guisantes, arvejas o garbanzos.

La citada espinaca, pero no debemos olvidarnos de su pariente la acelga y de otras verduras de hoja verde o rosada como la remolacha, la lechuga, la escarola o el berro (también tratado aquí)

Algunos frutos secos, ricos en sales minerales, en especial calcio, potasio y en menor medida también hierro, es el caso de las avellanas, las almendras, las nueces o los pistachos.

Quinoa, muy rica también en hierro, fósforo, calcio, zinc, vitaminas del grupo B y ácidos grasos omega 3.

Algunos cereales, mejor si son integrales, como la avena, la cebada, el mijo o la espelta, en menor medida el arroz integral.

La levadura de cerveza, de la cual ya hablamos en este artículo.

Algunos frutos frescos especialmente ricos en hierro como los higos, los kiwis o frutos del bosque como arándanos, frambuesas y grosellas.

El miso, un plato fermentado japonés a partir de la soja y el hongo Aspergillius oryzae, que te puede dar mucho juego en la cocina.

Algunas algas verdes como la chlorella y en especial la espirulina, que puedes adquirir en herbolarios.

Dos recetas con plantas para la anemia:

Fórmula antianémica  

Revitalizante, energética, hemostática, remineralizante y vitamínica.

Ingredientes: Ortiga, salicaria, cola de caballo, acedera, alfalfa e hinojo.

Preparación: Una cucharada sopera rasa de la mezcla a partes iguales de los ingredientes indicados, por vaso de agua. Hervimos 2 minutos y lo dejamos en reposo 10 minutos. Colamos y le agregamos sirope de arce o estevia para mejorar el sabor.

Dosis: Se puede ir tomando a lo largo de la jornada, incluso en frío de nevera cuando golpea el calor.

Tisana tónica y vitamínica
Fórmula muy ajustada ideal para tratar estados de debilidad, fatiga y atonía muscular.

Ingredientes: Alfalfa, bolsa de pastor, ortiga, cola de caballo, milenrama y menta.

Preparación: Tomamos 15 g de cada planta, las mezclamos a fondo y separamos el contenido de una cucharada sopera por cada vaso de agua a preparar. Lo dejamos en infusión 2-3 minutos y colamos. Se le puede añadir sirope de arce o similar.

Dosis: Hasta tres vasos al día.