PLANTAS PARA EL DOLOR MUSCULAR

 AYUDA NATURAL PARA EL DEPORTISTA


El dolor y la tensión muscular se puede aliviar con diferentes remedios con plantas medicinales, como apoyo o alternativa a determinados fármacos analgésicos y antiinflamatorios. 



Si hay una cosa de la que nadie se escapa, sea de forma recurrente o esporádica, es de padecer de dolores musculares diversos. Los músculos son tejidos y estructuras que desarrollan una doble actividad, primero de contracción con los músculos extensores, seguida de una segunda de reposo con los músculos flexores. Se sabe que el cuerpo humano aloja entre 650 y 850 músculos diferentes, entre los que podemos activar de forma voluntaria y que nos permiten movernos, hacer gestos, muecas y ejercicios físicos de mayor alcance, y los que se activan de forma involuntaria y que están implicados en funciones tan indispensables como respirar, digerir, miccionar o palpitar. Los músculos están formados por un tejido muscular compuesto de unas moléculas específicas conocidas como miocitos. Los miocitos se activan, aumentando o disminuyendo de tamaño, estimulados por los impulsos nerviosos que reciben del sistema nervioso central. De tejidos musculares contamos con tres tipos con funciones muy específicas, el tejido muscular estriado, que acoge músculos que podemos activar cuando queremos, el tejido muscular liso, presente en los intestinos, los pulmones o la vejiga, y el tejido muscular cardíaco, que es el que conforma el corazón, el gran músculo que nos garantiza la vida. En este artículo nos fijamos especialmente en los músculos esqueléticos o de tejido estriado, los que movemos a placer y que nos permiten caminar, correr, dar saltos, levantar pesos y adoptar o mantener posturas concretas. 

Los deportistas, sean aficionados o profesionales, son especialmente proclives a padecer de dolor y tensión muscular, debido al ejercicio intenso o continuado que realizan, pero como decíamos, nadie se escapa a este padecimiento. Las malas posturas, sea en el trabajo o en casa, los accidentes, sean leves o graves, el levantamiento o desplazamiento de objetos pesados, como una bolsa de la compra o el cambio de posición de un mueble puede originar un foco de dolor muscular más o menos intenso. Con la edad la posibilidad de sufrir molestias musculares aumenta, y en tal caso debemos ser conscientes de la fuerza y resistencia que nuestro cuerpo es capaz de soportar.

Los síntomas del dolor muscular nos serán bien familiares a todos, como dolores agudos, hormigueos, presencia de calambres, sensación de quemazón localizada en un punto concreto o bien dificultad para caminar o para realizar determinados movimientos. El dolor muscular más habitual comienza justo o poco después de haber realizado la actividad física, y puede estar relacionado con una lesión, por desgarro o sobrecarga. Para tratar el dolor con rigidez muscular, el reposo es esencial pues en un primer momento nunca es conveniente forzar un músculo dolorido. Pero superado ese momento existen diversas estrategias de tratamiento, como estiramientos, aplicación de compresas frías o bien la cura a través de neuroestimulación o electroestimuladores, si no es con medicación analgésica y antiinnflamatoria. Determinadas plantas medicinales, presentes en la mayoría de herbolarios, nos ofrecen una alternativa o un apoyo a los fármacos para aliviar el dolor muscular, como es el caso de estas ocho que te hemos seleccionado.  En muchos casos estamos ante tratamientos naturales que requerirán un poco de tiempo y paciencia para poder notar los efectos curativos. 





Viburno, un analgésico natural

Viburnum opulus L. Viburnum prunifolium L.

Dónde se encuentra: En matorrales de montaña, orlas forestales y riberas. V. opulus es una de las especies europeas de este género y V. prunifolium es originario de Norteamérica, además de usarse también en jardinería, y suele ser la especie más presente en herbolarios e internet.

Partes que usamos: Corteza del tronco y las ramas, en menor medida las hojas. Contiene ácido salicílico, clorogénico y málico, salicina, aceite esencial, flavonoides, cumarinas y taninos.

Cuáles son sus propiedades: Se comporta como un analgésico y antiinflamatorio natural de notable potencia, y se muestra también como un eficaz febrífugo y antirreumático.

A quien conviene: Resulta un buena alternativa a los analgésicos convencionales para  tratar de combatir el dolor muscular en general, en caso de calambres, rigidez, molestias al desplazarnos, presencia de hormigueos y dolor intenso de espalda, piernas o cervicales. Es aliado también del bienestar del deportista, al que brinda tratamientos naturales para mitigar la tensión muscular, los desgarros y las agujetas. 

Cómo lo tomamos: Por vía interna, en forma de decocción, asociado a otras plantas antiinflamatorias, hasta 3 tazas diarias, o bien en forma de tintura, extracto líquido y cápsulas. Por vía externa, la decocción se aplica en forma de baños parciales, para empapar compresas con las que envolver la zona afectada o bien en lociones y en friegas o masajes como apoyo a la rehabilitación. 





Romero, recurso tradicional para el dolor

Rosmarinus officinalis L.

Dónde se encuentra: Mata muy abundante en matorrales, collados secos, altiplanos costeros y claros de bosque, muy representativa de la flora del Mediterráneo occidental. 

Partes que usamos: Las sumidades floridas, de penetrante fragancia. Contiene aceite esencial, ácidos fenólicos (rosmarínico, clorogénico y otros), flavonoides, principios amargos (rosmanol y otros)

Cuales son sus propiedades: Al romero se le atribuyen una amplia gama de virtudes curativas y ha sido profusamente empleado a través de incontables aplicaciones tradicionales. Por vía externa se comporta como un eficaz antiinflamatorio, analgésico y cicatrizante.

A quien conviene: Entre los numerosos usos que se conocen de esta mata destaca como recurso tradicional para combatir el dolor muscular y neurálgico y para reducir la inflamación, en caso de torceduras, desgarros, calambres, hinchazón, entumecimiento y molestias más o menos severas para poder realizar movimientos. 

Cómo lo aplicamos: El alcohol de romero en forma de friegas más o menos enérgicas, en decocción para aplicar en masaje, baños parciales o lavados sobre el área inflamada o dolorida, o bien gotas del aceite esencial puro, combinado con aceite vegetal, como el de almendras para aplicar también en masaje. Por vía interna, en decocción, asociado a otras hierbas con las que pueden complementarse.





Enebro para las contracturas musculares
Juniperus communis L.
Dónde se encuentra: En zonas montañosas, altiplanos, orlas forestales. Común en Europa.
Qué partes usamos: Los conos o gálbulos y en menor medida la madera. Son especialmente ricos en aceite esencial (hasta un 5% de su peso), contiene también polifenoles, ésteres, flavonoides, principios amargos (juniperina), resina, etc.
Cuáles son sus propiedades: El enebro se usa sobre todo como remedio diurético y expectorante, pero por vía tópica resulta un aliado de primer orden de la salud de nuestros músculos. Actúa en tal caso como un eficaz antiinflamatorio, analgésico, antiespasmódico y relajante muscular. 

A quien conviene: Los remedios que incluyen enebro se muestran muy valiosos para aliviar la inflamación y el dolor en caso de contracturas musculares, desgarros, tensión muscular con rigidez y dolor agudo y en todo tipo de mialgias, asi como el dolor de espalda y de cervicales.
Cómo se aplica: En decocción de los conos, mejor si los combinas con otras hierbas, en fórmulas de herbolario, para aplicar en lavados, baños y friegas de la zona afectada, el alcohol de enebro (maceración en alcohol de 96º) para aplicar en fricción o masaje. Se incluye también en tisanas analgésicas.



Cayena, revulsivo contra el dolor

Capsicum frutescens L y especies afines

Dónde se encuentra: Se cultiva en sembrados, viveros y jardines medicinales. Procede probablemente de América Central, desde donde su cultivo se expandió a otras zonas tropicales del continente. Hoy día no obstante se cultiva también en otras partes del mundo como Thailandia, India o el oeste de África.
Qué partes usamos: Los frutos maduros. Se usan sobre todo como aderezo picante de cocina. Contienen aceite esencial, compuestos de naturaleza picante como la capsaicina, flavonoides, betacarotenoides, resinas y vitaminas del grupo B.

Cuáles son sus propiedades: Por vía interna es un celebrado estimulante de la digestión y del apetito, por vía tópica se comporta como revulsivo, analgésico y relajante muscular y neurálgico.

A quien conviene: Se revela como un magnífico recurso natural para tratar el dolor lumbar, y el dolor provocado por las lesiones musculares del deporte, como contracturas, esguinces, torceduras, roturas fibrilares (desgarros) y distensiones musculares. 

Cómo se aplica: Capsaicina en crema o pomada, para aplicar en masaje suave sobre el área dolorida, en tratamientos prolongados. Capsaicina en parches. Por vía interna, puedes encontrar capsaicina en forma de cápsulas o comprimidos, de venta en herbolarios.



Lúpulo para destensar los músculos

Humulus lupulus L.

Dónde se encuentra: En riberas de ríos y arroyos, agarrado a carrizo, cañas, sauces, fresnos y otros árboles de ribera. Se cultiva a pequeña y gran escala para la elaboración de la cerveza, pero también en viveros medicinales.

Qué partes usamos: Las flores femeninas o estróbilos, en forma de conos, y el polvillo que las recubre o lupulino. Contiene principios amargos como lupulona, que aportan el sabor amargo a la cerveza, aceite esencial, fitoestrógenos, flavonoides, ácido clorogénico y taninos.

Cuales son sus propiedades: Actúa como un potente sedante nervioso y relajante muscular, como analgésico, antiinflamatorio suave y antiespasmódico.

A quien conviene: El lúpulo te ayuda a relajar los músculos tras un ejercicio severo, exigente o continuado, combate el dolor de espalda y las mialgias. Se considera un buen aliado de la mujer, por cuanto alivia los dolores lumbares y los dolores espasmódicos en la menstruación y en el periodo de la menopausia, asi como las cefaleas y el dolor cervical. 

Cómo lo tomamos: En infusiones relajantes, combinado con otras hierbas como la melisa, la valeriana o la tila, hasta 3 vasos diarios, en tintura, polvos, cápsulas, el lupulino fresco, adquirible en muchos herbolarios, y la infusión por vía externa para aplicarla en baños, lavados y en compresas dispuestas sobre el área tensionada o dolorida. 






Gaulteria, para el deportista tensionado

Gaultheria procumbens L.

Dónde se encuentra: Arbusto emparentado con los brezos y la gayuba, originario de Méjico y el sur de los Estados Unidos, donde crece sobre suelos arenosos o en márgenes de lagos y pantanos de montaña. Es una conocida planta de jardinería,  muy apreciada por sus resistencia, por su penetrante fragancia  y por la belleza de sus flores y frutos. 
Partes que usamos: Las hojas, ricas en aceite esencial, con gaulterina, de la que se deriva salicilato de metilo, ácidos salicílico y cafeico, arbutósido, taninos.
Cuales son sus propiedades: El aceite esencial de la gaulteria destaca por su alto poder analgésico, antiinflamatorio, antiséptico (a nivel urinario) y febrífugo. 

A quien conviene: Es un recurso de herbolario muy apropiado para aliviar la tensión muscular del deportista y excursionista, que se puede aplicar por vía externa sobre contracturas musculares, roturas fibrilares, distensiones musculares, torceduras. tendinitis y otras lesiones deportivas que afectan a los músculos y los tendones. Es igualmente eficaz para calmar el dolor lumbar y de cervicales. 

Cómo se aplica: El aceite esencial mezclado con aceites vegetales, como el de almendras, en masaje suave sobre el área dolorida o inflamada, o bien incorporado en pomadas, cremas, linimentos y lociones. No tomar por vía interna durante el embarazo y en la lactancia. Decocción de las hojas en tisanas analgésicas y antiinflamatorias, hasta 2 vasos al día, en tratamientos cortos.



Jengibre, freno a las mialgias

Zingiber officinale Roscoe

Dónde se encuentra: Originario, probablemente del sudoeste asiático, constituye una de las principales especias que incentivaron el desarrollo de la mítica ruta de las especias desde Europa y Oriente Medio hacia el Extremo Oriente. Se produce en amplios cultivos en áreas tropicales y subtropicales de la India, sudoeste de Asia, África o Australia. Como es bien sabido, se usa como especia y condimento de cocina, en pastelería, repostería y como versátil planta medicinal.

Qué partes usamos: El rizoma, tanto fresco como seco. Contiene principios picantes (gingeroles, shogaoles, y otras), que le aportan su característico sabor picante y cálido, oleorresinas, aceite esencial con zingibereno y alcanfor, sales minerales, mucílagos y ácidos orgánicos. 

Cuales son sus propiedades: Al jengibre se le atribuyen numerosas virtudes terapéuticas como digestivo, antiemético, expectorante, diaforético, sedante, relajante muscular, antiespasmódico, analgésico y rubefaciente.

A quien conviene: Esta especia es también un buen aliado del deportista y de todas aquellas personas que por su trabajo o afición someten a su musculatura a una cierta tensión. Te ayuda a calmar el dolor por contracturas musculares, distensiones y calambres. 

Cómo se toma: En decocción, por vía oral, hasta 2 vasos al día, en gotas de extracto fluido, en polvos y en forma de cápsulas, adquiribles en herbolarios y farmacias. Por vía externa se aplica en forma de lavados, baños, compresas y el aceite esencial disuelto en aceite vegetal, en masaje suave o fricción. 



Aliso, un analgésico tradicional

Alnus glutinosa Gaerth.

Dónde se encuentra: Es el típico árbol de ribera, que crece en las orillas de ríos, lagos, barrancos y vaguadas, muy común en Europa. 

Qué partes usamos: El aliso se había empleado mucho en tiempos pasados, pero tal uso tradicional se ha ido perdiendo. Se aprovechan las hojas, los amentos masculinos y femeninos y la corteza de las ramas. Contiene flavonoides, taninos en abundancia, fitosteroles, aceite esencial y ácidos orgánicos como el palmítico y el esteárico.

Cuales son sus propiedades: Se comporta como analgésico local, antiinflamatorio, astringente, antidiarreico, hemostático y febrífugo.

A quien conviene: Es un buen recurso tradicional para combatir el dolor muscular, la rigidez y las contracturas, que surgen con la edad, por malas posturas, por  el sobreesfuerzo físico, por la carga o desplazamiento de objetos pesados o también por lesiones leves. 

Cómo se aplica: La decocción de la corteza aplicada en compresas sobre el área dolorida o inflamada, en lavados, baños parciales, o bien las hojas en cataplasmas calientes.   


Tres recetas para el dolor muscular
Que puedes pedir que te preparen tu herbolario de confianza o tal vez atreverte a prepararte tú mismo/a en casa.


Friegas para calmar contracturas y distensiones

Ingredientes: Gálbulos de enebro, rizoma de jengibre, corteza de aliso, raíz de valeriana y corteza de viburno.

Preparación: Mezclamos 15 g aproximadamente de cada elemento. Lo dejamos en maceración en 1 litro de agua toda la noche. Al día siguiente, lo colamos y lo pasamos a un frasco translúcido.
Aplicación: Con la decocción, procedemos a friccionar la zona dolorida, arriba y abajo y abajo hacia arriba, durante unos minutos. 


Infusión analgésica y antiinflamatoria
Ingredientes: Ulmaria, enebro, romero, sauce blanco, pasiflora y valeriana.
Preparación: Una cucharada sopera colmada de la mezcla a partes iguales por cada vaso de agua. Hervimos un par de minutos y lo dejamos en reposo otros diez, tapado. Para mejorar el sabor, le añadimos sirope de arce.
Dosis: Se pueden tomar hasta tres vasos diarios.



Tisana analgésica para los calambres
Ingredientes; Gaulteria, lúpulo, harpagofito, calaguala, uña de gato y anís estrellado como corrector de sabor.
Preparación: 2 cucharadas soperas de la mezcla a partes iguales por litro de agua. Hervimos 3 minutos y dejamos en reposo otros diez, tapado. Una vez frío, se puede conservar un par de días en la nevera.
Dosis: Dos vasos al día, mejor en ayunas, en tratamientos de 2 meses seguidos, con intervalos de un mes de descanso tras ellos.  


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