PLANTAS BALSÁMICAS

 PLANTAS PARA RESPIRAR MEJOR




Un nutrido elenco de plantas medicinales nos proporcionan remedios perfectamente válidos para encarar los diferentes trastornos respiratorios que nos afectan con mayor o menor frecuencia, evitando así el uso fármacos de síntesis.





Cuando estamos en plena naturaleza, en el campo, en el monte, pero también en un parque o un jardín floreado, nos sentimos impulsados a respirar hondo para captar con mayor o menor finura la amalgama de aromas que las plantas exhalan. Esas fragancias derivan de determinadas sustancias volátiles que las plantas producen para defenderse de posibles depredadores, o bien para atraer a sus posibles insectos polinizadores, para defenderse de plagas o incluso para comunicarse entre plantas de la misma especie, en un lenguaje sublime e imperceptible para nuestros sentidos. Estas mismas sustancias constituyen en parte los principios activos que otorgan a las plantas su capacidad reparadora. Y si existe una dolencia genérica que es más proclive a poder ser aliviada con remedios herbarios, ésta es sin duda la afección respiratoria en su conjunto.

Procesos gripales, infecciones víricas diversas, ataques asmáticos leves, bronquitis, laringitis, faringitis, traqueítis y otras afecciones del tronco respiratorio pueden ser tratados con plantas medicinales muy diversas, que tienen en común sus efectos balsámicos, antiinflamatorios, antivíricos, antisépticos, antitusivos, mucolíticos y demulcentes. Remedios con plantas pueden reducir con mayor o menor eficacia algunos de los síntomas más molestos o persistentes, sean las subidas de fiebre, los ataques de tos, la congestión con mucosidad, la fatiga, el dolor muscular o trancazo, la falta de apetito, las náuseas, el lagrimeo de los ojos y las cefaleas, entre otros. En este artículo hemos seleccionado 8 plantas especialmente adecuadas para tratar los problemas respiratorios, muchas de las cuales pueden ser cosechadas, con moderación, en el campo, pero a buen seguro que encontrarás en cualquier herbolario, y también en farmacias, a través de diversas presentaciones.  






Tusílago, apoyo para el fumador

Tussilago fárfara L.

Dónde se encuentra: Es una planta común en márgenes de caminos, pistas forestales, claros de bosque  y taludes, en ambientes de montaña. Es común en Europa. Florece pronto, ya desde finales de invierno.

Qué partes usamos: Las hojas y en menor medida los capítulos florales. Es muy rica en mucílagos, contiene también inulina, flavonoides, fitosteroles, alcoholes y alcaloides pirrolizidínicos.

Cuáles son sus propiedades: Se comporta como béquico, expectorante, demulcente, mucolítico, antiespasmódico y antiinflamatorio.

A quien conviene: Es una buena solución natural para tratar la tos persistente e irritativa. En los herbolarios lo recomiendan de una manera especial a personas fumadoras, propensas a sufrir episodios de bronquitis o afectadas de tos recurrente, así como una ayuda para favorecer el proceso de dejar de fumar. Puede contribuir también a aliviar la tos persistente que en muchos casos queda como remanente más o menos prolongado a la infección por covid, incluso tiempo después de haber salido negativo el test. Se indica igualmente para tratar enfisema y procesos asmáticos no agudos.

Cómo se toma: En infusión, generalmente asociado a otras hierbas, como malvavisco, malva, llantén y amapola, dos vasos diarios, moderadamente calientes. Lo puedes encontrar también en extracto líquido, tintura y jarabe. Durante el embarazo y el periodo de lactancia no se debe consumir por la presencia de alcaloides. 





Erísimo, útil para la afonía

Sisymbrium officinale (L.) Scop.

Dónde se encuentra: Es una planta arvense y ruderal, muy común en descampados, márgenes de caminos y sembrados, herbazales y laderas arbustivas. Florece desde finales de invierno.

Qué partes usamos: La planta entera. Contiene aceite esencial, mucílagos en abundancia, pectina, glucósidos sulfurados.

Cuáles son sus propiedades: Actúa en el organismo como expectorante, antiinflamatorio, mucolítico, antiespasmódico y antitusivo.

A quien conviene: Es un buen remedio para atacar la tos y la congestión pulmonar. Se le atribuye la capacidad de aliviar la afonía y con este fin se usaba desde antiguo, de ahí su otro nombre de planta de los cantores. Se destina por tanto a tratar episodios de bronquitis, laringitis y faringitis, pero requiere una cierta persistencia en su tratamiento. Es una planta que en los herbolarios suelen recomendar a personas que hacen de su oratoria una herramienta habitual de su trabajo, como efectivamente cantantes líricos, conferenciantes, profesores, ponentes, sacerdotes y un largo etc.

Cómo se toma: En forma de jarabe, en infusión, hasta tres vasos al día, en extracto líquido y en tintura. La infusión, bien filtrada, se aplica también en forma de gargarismos para combatir la irritación de garganta. 



Hisopo, ideal para las alergias

Hyssopus officinalis L.

Dónde se encuentra: En cordilleras de naturaleza caliza, en laderas y collados secos, matorrales y márgenes de caminos.  Florece a finales del estío y comienzo del otoño. Es una mata muy aromática.

Qué partes usamos: Las sumidades floridas. Contiene un aceite esencial, con tuyona, canfona, alfa-pineno, cineol y limoneno, entre otras sustancias. Tiene un color amarillo pardos y una cierta viscosidad. Contiene también principios amargos como la marrubiína, ácidos fenólicos, flavonoides, ácido ursólico, colina y taninos.

Cuáles son sus propiedades: Se comporta como antitusivo, expectorante, mucolítico, antialérgico, antiespasmódico y antiséptico (antigripal).

A quien conviene: Los remedios con hisopo se recomiendan para atajar la tos y ayudar a expectorar. Está indicado en caso de gripe, sinusitis, rinitis alérgica, bronquitis y ataques asmáticos leves. Por vía externa, en forma de compresas impregnadas de la infusión, se aplica sobre el pecho para ablandar la congestión. 

Cómo se toma: En infusión, hasta tres tazas al día. En forma de jarabe (adquirible en herbolarios y algunas farmacias), hasta cuatro cucharaditas al día, en tintura, extracto líquido, en cápsulas y comprimidos. El aceite esencial en gotas, con prudencia y a dosis mínimas. Compresas con infusión de hisopo para aplicar por vía tópica. 





Nopal, un exótico enemigo de la tos

Opuntia ficus-indica (L.) Mill.

Dónde se encuentra: Este cactus, de origen mejicano, está muy extendido en ambientes del litoral, como acantilados, roquedos y espacios alterados. Y se ha cultivado en parques y jardines. Tiene una gran capacidad de expansión. 

Qué partes usamos: El jugo a parénquima de palas del cactus (filocladios), pero también las flores y sus espinosos frutos, que además son comestibles. Las palas son especialmente ricas en mucílago. Las flores contienen flavonoides y también mucílagos, mientras que los frutos contienen pectina, betacarotenos, vitaminas A y C, taninos.

Cuáles son sus propiedades: Se muestra como antiinflamatorio, demulcente, astringente, antiespasmódico, vitamínico y diurético.

A quien conviene: Con las palas del cactus y el mucílago viscoso que contiene se preparan remedios tradicionales que se han demostrado muy útiles para combatir la tos seca e irritativa, para tratar episodios de gripe con tos y congestión, el resfriado, las alergias respiratorias, la bronquitis y ataques asmáticos leves. Los frutos suponen un magnífico aporte de vitamina C, que ayuda a recobrar fuerzas y a doblegar la debilidad ocasionada por la inflamación. 

Cómo se toma: En decocción de los filocladios pelados, el jugo o mucílago que se obtiene por incisión de la pala, asociado con hierbas como la menta, la ajedrea, el romero el eucalipto. En infusión de las flores, pero también en forma de jarabe para la tos. Los cataplasmas se aplican calientes sobre el pecho para aliviar el dolor muscular por trancazo y el dolor reumático. Los frutos en uso alimentario, en jarabe y mermeladas. 






Cómo preparar el jarabe de opuntia

Una forma tradicional de elaborar el jarabe de nopal u opuntia consiste en partir la pala del cactus por la mitad, mirando de no lastimarnos con sus espinas, rellenarla de azúcar de caña, colgarla de un gancho o mantenerla inclinada sobre un soporte y dejar que vaya soltando un líquido viscoso, muy azucarado que será el buscado jarabe de opuntia, del que se pueden tomar 3 o 4 cucharaditas de postre al día para combatir la tos o tratar los episodios de gripe.


Pino albar, aliado natural contra la bronquitis

Pinus sylvestris L.

Dónde se encuentra: Forma bosques más o menos densos en zonas montañosas de toda Europa, incluido en norte y centro de la Península Ibérica. Es especialmente abundante en la Europa central y septentrional. 

Qué partes usamos: Los brotes o yemas, las agujas (hojas), los conos y las ramas más tiernas. Contiene aceite esencial con pineno, limoneno, mirceno y sabineno, entre otras sustancias volátiles. Es muy rico en mucílagos y contiene también flavonoides, ácidos fenólicos, fitosteroles, esencia de trementina, taninos y vitamina C.

Cuáles son sus propiedades: Se comporta como mucilaginoso, demulcente, expectorante (balsámico), antiinflamatorio, antiséptico, antibacteriano, antiviral, depurativo, diurético y rubefaciente.

A quien conviene: Es un antiinflamatorio y mucolítico natural muy adecuado para el tratamiento de la bronquitis, también la derivada de procesos víricos, la bronquitis del fumador, las bronquitis recurrentes, la faringitis, laringitis y traqueítis, así como otras dolencias que afectan el árbol respiratorio. Es eficaz para mitigar los diferentes síntomas de las alergias, como la tos, congestión, rinitis y conjuntivitis. 

Cómo se toma: En infusión de las yemas o las hojas, generalmente asociada a otras hierbas, hasta 3 tazas diarias. Las yemas en inhalaciones y vaporizaciones para combatir la congestión y la tos. Lo encuentras también en forma de jarabe, tintura, extracto líquido, en cápsulas y en gotas de aceite esencial. En este último caso no se debe consumir en el embarazo, la lactancia, no administrar a niños menores de 12 años y en caso de insuficiencia renal o hepática.





Sándalo, un antiséptico sagrado

Santalum álbum L.

Dónde se encuentra: Originario de la India y del sudeste asiático, en aquel primer país está considerado un árbol sagrado y su uso está muy extendido. Existen grandes plantaciones, estrictamente vigiladas, en la zona de Kerala, Tamil Nadul y Maharashtra, asi como en Sri Lanka, pero se planta también en parques y jardines medicinales, muy comunes en la India. También se cultiva en la China, Malasia, Indonesia y las Filipinas.

Qué partes usamos: La corteza y el leño o madera. Contiene un aceite esencial muy valorado, alfa y beta-santalol, alcoholes terpénicos, ácido santálico, resinas, taninos. 

Cuáles son sus propiedades: Antiséptico, antiviral, antibacteriano, antiinflamatorio, astringente, diurético, depurativo, estimulante nervioso.

A quien conviene: El aceite esencial de sándalo posee una notable capacidad antiséptica, muy útil para combatir infecciones tanto víricas como bacterianas, que se producen en las vías respiratorias. Se indica por tanto en tratamientos natural para aliviar la gripe, la bronquitis, los ataques de asma, laringitis, faringitis y otras infecciones respiratorias. 

Cómo se toma: El aceite esencial en gotas (hasta 5 gotas tres veces al día). No tomar en el embarazo, la lactancia ni administrar a niños menores de 12 años. En cápsulas y comprimidos, pero también en decocción de la madera troceada, mejor combinado con menta, hisopo u otras hierbas de mejor sabor, hasta dos vasos diarios, calientes.






Vellosilla, cura natural de la gripe

Hieracium pilosela (Pilosella officinarum) L. 

Dónde se encuentra: Conocida también como pelosella u oreja de ratón, esta modesta pariente del diente de león aparece en collados secos, laderas arbustivas, páramos venteados y yermos.

Qué partes usamos: Los capítulos florales y las hojas, en menor medida la raíz. Contiene mucílagos en abundancia, flavonoides, ácidos fenólicos, principios amargos, cumarinas, carotenoides, glúcidos, taninos y abundante inulina en las raíces.

Cuáles son sus propiedades: Antiséptica, antibiótica, antibacteriana, mucolítica, demulcente, expectorante, diurética, hipolipemiante.

A quien conviene: La vellosilla, en los herbolarios, te la recomiendan sobre todo como un diurético y antiséptico urinario de primera clase. Pero también se administra como antibiótico natural para combatir las infecciones del tracto respiratorio, en estados gripales, bronquitis, faringitis y sinusitis. 

Cómo se toma: En infusión, hasta 3 vasos diarios, el extracto líquido, la tintura y en cápsulas. 





Jengibre, freno a la fiebre

Zingiber officinale Roscoe

Dónde se encuentra: Originario del sur de subcontinente indio, se cultiva en este país, en pequeñas plantaciones o bien en jardines medicinales. Se cultiva también en el sudeste asiático, en China, Japón y Australia. 

Qué partes usamos: El rizoma. Contiene un poderoso aceite esencial, con alcanfor, cineol, citral, geranial, borneol, linalol y otras sustancias volátiles. Contiene además zingibereno en la esencia, oleorresinas, principios amargos y picantes, como gingeroles, shogaoles y gingerenonas.  

Cuáles son sus propiedades: Se comporta como febrífugo, expectorante, antitusivo, antiinflamatorio, antiespasmódico, estimulante de la digestión, antiulceroso y antiastrálgico, entre otras virtudes. 

A quien conviene: Los remedios con jengibre aportan la doble sensación de calor y frío, y se han demostrado eficaces como solución natural a los picos de fiebre, así como para combatir la tos seca e irritativa, la congestión pulmonar y determinados síntomas de las alergias respiratorias, como la rinitis, el dolor de cabeza y el dolor muscular. 

Cómo se toma: En decocción del rizoma troceado o en polvos, hasta tres vasos al día. En polvos, 2 gramos en dos dosis diarias, el aceite esencial en gotas –no mas 3-4-, vertidas en el zumo o con agua, en tintura, extracto líquido y en cápsulas. La decocción o la tintura diluida en agua se aplica también en forma de gargarismos para aliviar la irritación de garganta y reducir la tos seca. 







Muy diversos son los remedios caseros o de herbolario que te puedes preparar tu mismo/a en casa a base de plantas medicinales. Junto a estas dos tisanas que te exponemos bajo estas líneas, una presentación muy adecuada, sea para aliviar la irritación de garganta, para reducir la congestión y la mucosidad o para calmar la tos, es el jarabe con plantas medicinales. Y de opciones cuentas con bastantes, como las dos que te proponemos a continuación. 


Una forma tradicional de elaborar el jarabe de nopal u opuntia consiste en partir la pala del cactus por la mitad, mirando de no lastimarnos con sus espinas, rellenarla de azúcar de caña, colgarla de un gancho o mantenerla inclinada sobre un soporte y dejar que vaya soltando un líquido viscoso, muy azucarado que será el buscado jarabe de opuntia, del que se pueden tomar 3 o 4 cucharaditas de postre al día para combatir la tos o tratar los episodios de gripe.

Un segundo jarabe es el que combina jengibre, limón y néctar de ágave, que puedes adquirir en un herbolario. Este jarabe te servirá para combatir la infección viral, aumentar las defensas y eliminar la tos irritativa. Tiene un alto valor preventivo, y lo puedes empezar a tomar si has estado en contacto con personas afectadas de gripe. Necesitamos unos 50 g raíz fresca de jengibre, a la que le retiramos la corteza y lo cortamos a rodajas, Depositas el jengibre en un tarro de cristal de cierre hermético. Le añades un limón entero, partido en  gajos, al que le has sacado los extremos. Lo cubres con unos 200 g de néctar de ágave o cualquier otro sustituto vegano de la miel, como la miel vegana de diente de león. Sellas el pote y lo mantienes en reposo durante 24 horas a temperatura ambiente. Pasado ese plazo, ya lo puedes guardar hasta 3 meses en la nevera. Se toma a cucharadas, cada día por la mañana o cuando aparezca la tos. Lo puedes beber frío de nevera, esperando que se caliente en el paladar antes de tragar, o bien caliente, vertiendo una cucharada en un vaso y añadiéndole un poco de agua recién hervida. 




Tisana antiinflamatoria y expectorante
Muy adecuada para tratar la bronquitis, la faringitis, sinusitis, enfisema, alergias respiratorias.

Ingredientes: Hisopo, pino albar, amapola, viola, vellosilla y menta. 5 g de cada. 

Preparación: Mezclamos a fondo las distintas plantas, separamos una cucharada sopera de la mezcla por cada taza a preparar. Hervimos el agua, la vertemos en la tetera o pote donde hemos depositado antes la hierba y lo dejamos en infusión, tapado, unos 8-10 minutos. Colamos y le añadimos, al gusto, sirope de arce o zumo de limón.

Dosis: Dos o tres tazas al día, moderadamente calientes. 



Tisana antiséptica

Para tratar infecciones respiratorias víricas o bacterianas, con fiebre alta.

Ingredientes: Jengibre, borraja, ulmaria, hisopo, saúco, vellosilla y ajedrea. Una cucharada sopera de la mezcla a partes iguales por taza.

Preparación: Hervimos apenas 2 minutos y lo dejamos en reposo 10 minutos más. Colamos y le añadimos estevia o sirope de ágave.

Dosis: Dos o tres vasos al día.



Infusión para la tos

Remedio para combatir la tos irritativa y los síntomas de las alergias, así como la afonía y la sequedad de boca.

Ingredientes: Tusílago, erísimo, flor de nopal, agrimonia, eucalipto y menta. 

Preparación: Necesitas unos 5 gramos aproximadamente por cada planta seleccionada. Las mezclas bien y separas unos 5 gramos de la mezcla por cada taza a preparar. Lo pones a hervir unos 2 minutos y dejas que descanse, tapado, unos 8-10 minutos. Pasado ese tiempo, lo cuelas y le añades una rodaja de limón o sirope al gusto.

Dosis: Hasta 3 vasos al día, también se puede ir bebiendo a pequeñas dosis durante la jornada.




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