PLANTAS TÓXICAS QUE CURAN

EL VALOR DE LOS PRINCIPIOS ACTIVOS


Muchas plantas son tóxicas y pueden provocar daños hepáticos o cardíacos, pero al mismo tiempo, bien utilizadas, brindan grandes beneficios a la salud humana. Son plantas tóxicas que pueden curar.

Arnica montana

Las plantas medicinales y su uso terapéutico generan reacciones muy diversas y a veces opuestas entre la gente. Son muchos los que se las miran con desconfianza, incluso entre el ámbito de los facultativos, o que las desdeñan por considerar tal uso anticuado, esotérico o folclórico. En contraposición, hay quien las ve como una bendición, como la necesaria alternativa al abuso en la toma de fármacos, e incluso como la panacea a todos los males. Pero las plantas medicinales, como los medicamentos –no olvidemos que la mayoría de éstos proceden en su origen de extractos de aquéllas- pueden ser peligrosas si se toman en cantidades abusivas, inadecuadamente mezcladas o desconociendo sus componentes esenciales o sus posibles interacciones con otras drogas. Hay muchas plantas que se pueden considerar inofensivas, pero también son numerosas las hierbas medicinales, presentes en herbolarios, que contienen principios activos potencialmente tóxicos, que obliga a consumirlas contando antes con una información veraz y contrastada sobre sus riesgos y efectos secundarios. Igual que pasa con los fármacos. 

 

 

Las intoxicaciones con plantas medicinales se suelen producir por varios factores, por la presencia de sustancias tóxicas, por sobredosificación, por confusión de especie vegetal cuando se cosecha en el campo, por contaminación de un preparado fitoterapéutico, por interacción con un medicamento o también por el estado fisiológico del paciente o por la presencia de una intolerancia o alergia a un determinado principio activo. Cabe estar bien informado o dejarse aconsejar por un experto, y ser cuidadosos en la recolección en el campo.

 

Se han documentando muchos casos de intoxicación hepática por la toma de plantas medicinales más o menos frecuentes en los herbolarios, lo que en algunos casos ha llevado a retirarlas del mercado. Se han dado hasta 20 casos de hepatoxicidad con el kava kava, plantas famosas por su efecto laxante como la cáscara sagrada o el sen han provocado daño hepático a causa de uno de sus componentes, el antrón. La primera puede incrementar la toxicidad por digoxina al disminuir los niveles de potasio en sangre. La utilización de laxantes de forma incorrecta puede además provocar daños en la mucosa intestinal. Un exceso de valeriana puede producir mareos matutinos y se han descrito también daños hepáticos. La popular manzanilla, tomada en dosis altas, puede provocar diarrea. Los alcaloides de la consuelda pueden provocar necrosis hemorrágica de las células hepáticas. El acíbar del aloe está vetado a personas con colitis ulcerosa, cistitis, prostatitis o insuficiencia renal. La pulegona del aceite esencial del poleo puede estimular las contracciones uterinas. Por ello los aceites esenciales por vía oral están vetados en el embarazo. Dosis excesivas de plantas amargas como la genciana, el cardo santo o la centaura pueden provocar irritación gástrica. El árnica es muy tóxica por vía interna, pero es excelente por vía tópica. El hipérico, el perejil o la angélica china contienen sustancias –fotocumarinas- que reaccionan a la exposición de la luz ultravioleta provocando quemaduras en la piel. Hasta el té verde puede provocar náuseas si se toma con el estómago vacío. Y los ejemplos podrían continuar. Igual como ocurre con los medicamentos, siempre se han que conocer los efectos adversos de la planta que vamos a consumir y no usarlas si no tenemos completa certeza de su seguridad. Para ello podemos contar con el consejo experto de muchos herbolarios y farmacéuticos con formación en la materia.


Symphytum officinale


 

 

Principios activos peligrosos o tóxicos   

 

Ciertamente aún falta mucho camino para recorrer para conocer todos los efectos que las plantas producen cuando son consumidas o aplicadas tópicamente. No obstante se han identificado diversos grupos de principios activos que en efecto pueden generar diferentes niveles de daños hepáticos o cardíacos. Algunos de los más destacados son:

- Los alcaloides pirrolizidínicos, presentes en más de 2000 especies dañan el hígado. Los contienen, entre otras, la consuelda, el senecio, el camedrio, etc

- Otros alcaloides como la solanina o la atropina, presentes en solanáceas como la dulcámara o el estramonio, pueden provocar convulsiones y depresión nerviosa.

- Antraquinonas, presentes en plantas laxantes como la cáscara sagrada y el sen, pueden producir obstrucción intestinal, irritación en las mucosas digestivas y daño hepático.

- Glucósidos cardiotónicos como la digitoxina, presente en la digital o la adelfa, pueden llegar a generar en arritmias y problemas cardíacos.

- Glicósidos cianogenéticos, al hidrolizarse producen ácido cianhídrico, uno de los venenos más potentes. Contienen trazas el almendro (amigdalina), el saúco y el yezgo (sambunigrina).

Otros grupos de sustancias peligrosas son algunos saponósidos –como el heterósido presente en la hiedra-, furocumarinas, los aceites esenciales en dosis inadecuadas, taninos en dosis altas, etc. 


Solanum dulcamara

Sambucus ebulus


Frángula, un suave laxante, para pequeñas dosis

Rhamnus frangula, familia de las ramnáceas (aladiernos)

Composición: Compuestos antraquinónicos, como la frangulina y frangulósidos, glucósidos (emodina)

Partes empleadas: La corteza desecada.

A quien conviene: Como laxante o purgante ligero, en estreñimiento puntual, no crónico. Para favorecer la limpieza intestinal por una intoxicación o previo a una exploración radiológica. Tiene un efecto mucho más suave y menos contundente que sus parientes la cáscara sagrada y el espino cerval, y por ello se sigue manteniendo en los herbolarios.

Cómo se toma: En decocción, entre 5 y 10 g por litro, o en maceración. Una o dos tazas al día, la última antes de acostarse. Suele dar su efecto a las 10 horas de tomarlo. Se puede combinar con otras plantas que complementan su acción como el malvavisco, el llantén y el lino. Se encuentra también en extracto seco y líquido y tintura. 

Precauciones: Las antraquinonas son potencialmente tóxicas. Dosis altas o inadecuadas pueden generar gastroenteritis, cefaleas, e incluso lesiones renales y convulsiones. Es imperativo tomar dosis muy ajustadas, sin sobrepasarlas. No administrar ni a niños ni a embarazadas. Evitar también en caso de síndrome de colon irritable, úlcera gastroduodenal, hemorroides e insuficiencia renal. Para estreñimiento crónico es mejor optar por otras plantas como el lino. 


Rhamnus frangula


 

Ruda, para aliviar golpes y contusiones

Ruta angustifolia, familia de las rutáceas (limones)

Componentes: Aceite esencial con furocumarinas, rutósido, alcaloides, taninos.

Partes empleadas: Sumidades floridas, que son muy aromáticas.

A quien conviene: Presenta un efecto antiespasmódico, antiinflamatorio, analgésico local, tónico venoso y emenagogo. Ha tenido muchos usos tradicionales, hoy día, sin embargo, sólo se suele recomendar por vía tópica, para aplicar sobre problemas venosos en las extremidades, como varices o hemorroides, sobre golpes, contusiones, hematomas, dolores osteoarticulares, torceduras y también sobre impurezas de la piel como eccemas y picaduras de insectos.

Cómo se aplica: La infusión de la planta seca para lavados o empapando compresas que se aplican sobre el área afectada. Maceración en alcohol, generalmente asociada a otras plantas como tomillo, romero y árnica, para aplicar en masaje suave. 

Precauciones: La ruda se había utilizado como emenagoga, pues induce la menstruación, pero se comporta asimismo como abortiva. Dosis altas de esta planta tomada por vía oral pueden provocar mareos, vómitos, diarreas y se han descrito afectaciones del sistema nervioso. No se recomienda su uso más que por vía externa. Aún así, se han descrito casos de irritación por contacto directo en personas sensibles o alérgicas y casos de fotosensibilización tras su aplicación.


Ruta angustifolia


 

 

Celidonia, útil contra las verrugas

Chelidonium majus, de la familia de Papaveráceas (amapolas)

Componentes: Alcaloides (berberidina, celidonina, coptisina), flavonoides, saponósidos.

Partes empleadas: Látex

A quien conviene: Se muestra como analgésico, antiviral, antibacteriano y antimitótico. Es un buen remedio de herbolario para combatir las verrugas, sobre todo las de tipo córneo, para tratar el engrosamiento de la piel o hiperqueratosis y sobre flemones, sabañones, papilomas y condilomas. Se había indicado también como tónico hepático, en congestiones hepatobiliares, cálculos en la vesícula y cefaleas vinculadas a trastornos del hígado.  

Cómo se aplica: Exclusivamente por vía tópica, el látex o bien preparados de herbolario que lo contengan. Frotar las verrugas con este líquido viscoso 3-4 veces al día, protegiendo con aloe, própolis o vaselina el contorno para evitar la previsible irritación que provocaría. 

Precauciones: El contacto directo del látex con la piel produce irritación, ampollas. Y es también muy irritante sobre las mucosas digestivas. Una intoxicación con esta planta puede generar anemia hemolítica y parada de las terminaciones nerviosas, entre otrs síntomas graves. Sólo debe usarse por vía externa.


Chelidonium majus


 

Licopodio, para la hipersudoración

Lycopodium clavatum, familia de las licopodiáceas

Componentes: Glúcidos, fitosteroles, ácidos licopodélicos, alcaloides (licopodina, licodolina), flavonoides.

Partes empleadas: La planta entera, las esporas.

A quien conviene: No ha de ser difícil encontrar en los herbolarios licopodio a granel o en preparados. Son polvos finos a partir de las esporas. Se revelan como un excelente remedio de herbolario para combatir la hipersudoración. Se destinan a mujeres en el climaterio, afectadas de lapsus de sofocos y sudores nocturnos, para deportistas y para chavales que padecen exceso de sudoración. Se indican también sobre pieles irritadas y resecas, sobre escoceduras y sobre inflamaciones de la piel con pliegues o hinchazones.

Cómo se aplica: Se aplica como polvos de talco sobre el área afectada. 

Precauciones: No utilizar sobre heridas abiertas y en sangrados. Tomada por vía interna puede provocar vómitos, mareos y gastroenteritis.

 

Ajenjo, freno a los parásitos

Artemisia absinthium, familia de las compuestas (artemisas y margaritas)

Componentes: Lactonas sesquiterpénicas (absintina), aceite esencial (tuyona), flavonoides, principios amargos.

Partes empleadas: Sumidades floridas, hojas.

A quien conviene: Muestra acciones digestivas, carminativas, antihelmínticas y antiespasmódicas. Se ha destinado, como remedio tradicional, para combatir las dispepsias, los gases y meteorismos, asi como los espasmos gastrointesinales. Se ha demostrado muy eficaz para paralizar y facilitar la expulsión de oxiuros y otros parásitos intestinales. Por vía tópica, se comporta como cicatrizante y antimicótico, siendo muy útil sobre hongos de la piel, quemaduras, escoceduras y úlceras dérmicas.

Cómo se toma: En decocción, mejor asociada a otras hierbas, como la malva o el llantén, a razón de 1-2 tazas al día. Por vía externa, el cocimiento en lavados o compresas, y el oleato de ajenjo para aplicar sobre quemaduras.

Precauciones: Un consumo reiterado de ajenjo puede generar afectación sobre el sistema nervioso central, con alucinaciones y alteraciones de las facultades mentales. Pueden aparecer vómitos, mareos y en caso extremo, convulsiones. La intoxicación por absintina puede producirse por tomar bebidas alcohólicas que la contengan como la conocida absenta, tan celebrada por algunos intelectuales del XIX. No se debe tomar el aceite esencial puro por vía oral en ningún caso.


Artemisia absinthium

 

Viburno, apoyo para la salud femenina

Viburnum opulus, familia de las caprifoliáceas (saúco)

Componentes: Cumarinas, saponinas, ácido salicílico, flavonoides, principios amargos (viburnina), taninos.

Partes empleadas: Corteza, hojas

A quien conviene: Con fines medicinales se suelen usar dos especies de viburno, el americano V prunifolium, y el europeo V. opulus, muy apreciado además en jardinería. Comparten sus virtudes analgésicas, venotónicas, emenagogas, antiepasmódicas, antirreumáticas, febrífugas, astringentes y analgésicas. Se destina por encima de todo a cuidar de la salud de la mujer, en caso de menstruaciones dolorosas, en trastornos asociados a la menopausia, como dolores de espalda, espasmos y cefaleas. Combate la fiebre y el trancazo en episodios gripales. Como tónico venoso, en piernas y pies cansados, flebitis, varices y hemorroides. Y también en uso externo, sobre eccemas, picaduras de insectos, heridas, vulvovaginitis e infecciones cutáneas.

Cómo tomarlo: En decocción, generalmente asociado a otras hierbas como harpagofito, sauce blanco y anís para aliviar dolores reumáticos. Dos tazas diarias. La decocción, una vez ligeramente enfriada, para aplicar en baño de asiento, friegas o en compresas sobre heridas.

Precauciones: Los frutos son tóxicos, tomarlos en cantidad pueden provocar mareos, vómitos, dolor abdominal y diarreas. 


Viburnum opulus


 

Muérdago para la hipertensión

Viscum album, familia de las lorantáceas

Componentes: Flavonoides, polisacáridos, saponósidos, viscotoxinas.

Partes empleadas: Brotes y hojas.

A quien conviene: Se le atribuyen virtudes hipotensoras, vasodilatadoras, hipolipemiantes, antiespasmódicas, diuréticas y antitumorales. La toma de extractos de muérdagos favorece el aumento de la diuresis, ayuda a controlar la tensión sanguínea y a disminuir el riesgo de accidente coronario. Se destina también a aliviar los dolores reumáticos por inflamación de las articulaciones. Y se ha ensayado con desigual éxito para el tratamiento de apoyo en pre y post-operatorios de tumores cancerígenos. 

Cómo se toma: En infusión, generalmente asociado a otras hierbas como ortosifón, hojas de olivo y espino albar, a razón de 1-2 tazas al día, el extracto líquido en gotas, en tintura, cápsulas y el jugo de la planta fresca.

Precauciones: Las bayas son altamente tóxicas por su contenido en viscotoxina. Su ingesta puede provocar mareos, vómit0os diarreas y en casos más extremos insuficiencia respiratoria y cardiaca. Alejarlas de los niños. Iniciar tratamientos con dosis bajas de muérdago para incrementarlas lenta y progresivamente, contando con la supervisión de un experto y tomarlo en periodos breves y discontinuos.


Viscum album


 

Texto: Jordi Cebrián

 

Libros recomendados:

Les plantes tòxiques de Catalunya, Martí Boada i Teresa Romanillos. Pòrtic Natura.

Plantas tóxicas del Pirineo Aragonés. Villar, Palacín, Calvo, Gómez y Montserrat. Acta Biológica Montana, Huesca

Guía de las plantas silvestres comestibles y tóxicas. François Couplan, Eva Styner. Lynx Edicions

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