HOTELES DE INSECTOS

 UNA APUESTA POR LA BIODIVERSIDAD





Pretender atraer a insectos puede parecer a muchos un disparate, más propio de un maníaco, pero ciertamente en muchos casos se ha convertido en una necesidad imperiosa, de la que incluso depende nuestra propia supervivencia. Los hoteles de insectos constituyen una iniciativa valiosa.

 

Estamos acostumbrados a percibir a estas minúsculas –o no tan minúsculas- criaturas como molestias o incluso amenazas, porque pueden infringirnos una picadura, inocularnos una posible enfermedad o arruinarnos nuestra cosecha o nuestro jardín a través de plagas o de incidencias más puntuales. Pero es ésa una visión que peca tanto de injusta como de incompleta. Los insectos y otros artrópodos tienen todos su función específica en el equilibrio de la vida sobre el planeta. No existen animales buenos y malos, todos mantienen su excepcionalidad como criaturas únicas que han conseguido evolucionar venciendo las innumerables trampas o eventualidades que dibuja el discurrir de la historia de la vida en la Tierra.

Pero también es bien cierto que para nuestro bienestar y nuestro sustento, como seres humanos, que vivimos en sociedad, encontramos insectos que nos son muy necesarios, porque entre otras cosas aseguran la polinización de plantas que son la base de nuestro sustento. Y en cambio los hay que se pueden transformar en plagas y llegar a afectar severamente nuestros cultivos y nuestros parques y jardines. 

 

Últimamente se ha hablado mucho del declive de las abejas en todo el mundo. Se han llevado a cabo campañas globales de recogida de firmas para exigir a los responsables políticos que se tomen medidas contundentes para poner freno a este declive. Como apunta la organización ecologista Greenpeace en su campaña, la biodiversidad y la producción de alimentos a nivel mundial depende de la polinización que llevan a cabo los insectos. Es un proceso natural que permite que las flores sean fecundadas, den frutos y semillas, y por tanto alimento. Y en este proceso, el papel de abejas y abejorros es fundamental. Entre las causas que explican el declive, se encuentran la pérdida y deterioro de hábitats naturales, el uso de pesticidas y plaguicidas, las prácticas demoledoras de la agricultura intensiva, el impacto del cambio climático y la creciente aparición de especies vegetales y animales invasoras. 

Según datos aportados por esta organización, el 40% de los insectos polinizadores se hallan en peligro de extinción, sobre todo abejas y mariposas, y que sólo en Europa más del 40% de las poblaciones de abejas se hallan muy mermadas. El coste para la agricultura europea de esta afectación en la polinización puede superar los 25 mil millones de euros, una cifra que no deja de aumentar. 

 

La aparición en Francia el año 2004 de una nueva especie invasora, la avispa asiática Vespa vetulina, que pronto se propagó por todo el continente, ha tenido un impacto devastador sobre las poblaciones de muchos insectos, en especial las abejas melíferas. Esta enorme avispa, de abdomen anaranjado, es un feroz depredador, que en cuestión de pocos días puede diezmar, sino acabar por completo con todo un enjambre de abejas. Las capturan cuando salen del enjambre, las paralizan y las transportan a sus propios nidos, donde sirven de alimento para sus propias larvas.

Para tratar de revertir esta situación y para ayudar a potenciar la polinización, se han emprendido muchas estrategias, a diferentes niveles. Una de ellas son los hoteles de insectos y sobre ellos queremos habar en este artículo.

 

Qué son los hoteles de insectos

Los hoteles de insectos son refugios artificiales que creamos para posibilitar la presencia de insectos y otros artrópodos, como arañas y miriápodos, favorecer su cría y permitir que lleven a cabo su labor polinizadora y de control de plagas. 

En muchos casos estas estructuras, donde domina la madera, como veremos, suplen a la creciente falta en nuestros parques, jardines o huertos de troncos agujereados y de galerías que estos insectos necesitan para poder establecer sus colonias.

Estos hoteles pueden acoger a una buena diversidad de artrópodos, en especial himenópteros como abejas, abejorros y avispas solitarias, pero también a otros animales mayores como reptiles o sapos. 

Y no debemos olvidar su importante papel pedagógico, sobre todo cuando se instalan en parques y jardines públicos. Los hoteles de insectos se revelan entonces como una herramienta magnífica para explicar a los alumnos la importancia de los insectos en el ciclo de la vida, cómo funciona la polinización y cómo actúan sobre las plagas en agricultura, silvicultura y jardinería. 

 

Para qué sirven los hoteles de insectos  

 

- Para favorecer la presencia de artrópodos beneficiosos

- Para potenciar la polinización de árboles frutales

- Para brindar protección a especies de artrópodos amenazadas como son las abejas y cooperar para frenar su declive

- Para dar cobijo a otros animales interesantes y beneficiosos, como lagartijas, lagartos, sapos, etc.

- Para promover la biodiversidad tanto en espacios agrícolas como urbanos o periurbanos.

- Para brindar una herramienta pedagógica destinada a escuelas y otros colectivos.

- Para llamar la atención del público en general sobre la importancia de los tan denostados insectos.

- Para promover la cría de especies de insectos beneficiosos.

- Para aumentar los recursos alimenticios de otros animales, como los pájaros insectívoros, las ranas, sapos y lagartijas. 

 

Qué insectos y otros animales acogemos en los hoteles  

 

Muchos y variados pueden llegar a ser los inquilinos de nuestros hoteles de insectos. Aquí te ofrecemos unos más que posibles candidatos:

- Abejas melíferas solitarias, que no llegarán a crear un enjambre de importancia, pero tendrán en el hotel un refugio donde cobijarse y nos aportarán su valiosa función polinizadora

- Avispas alfareras, cuyas larvas son voraces consumidoras de insectos, que los adultos saldrán a cazar sin descanso. 

- Abejorros y abejorros carpinteros, que son unos incansables polinizadores, incluso en pleno invierno si las temperaturas no son muy bajas.

- Mariquitas, escarabajos bien conocidos, capaces de volar, que suponen un aliado perfecto para controlar las plagas de pulgones y otros invertebrados.

- Crisopas son una familia de insectos, los crisópidos,  a las que como la anterior, se les ofrece este refugio para poder resistir el frío invernal, y que en primavera  saldrán al huerto o jardín para depositar sus larvas, que devorarán ferozmente pulgones, ácaros y cochinillas, hasta llegar a la edad adulta. 

- Dermápteros, que incluyen las conocidas tijeretas, son insectos no voladores que se alimentan de materia vegetal viva o descomposición, pero también de pequeños insectos como pulgones y diminutos coleópteros y otros artrópodos como ácaros. 

- Mantis religiosa, insecto muy voraz, que elimina una notable cantidad de insectos a los que da caza al acecho. 

- Mariposas, que también colaboran en el proceso de polinización y nos brindan toda su potencia estética.  

- Arañas de algunas pocas especies, que encontrarán cobijo seguro para ellas entre los abundantes orificios que el hotel les brinda y que nos aportarán su gran capacidad cazadora para contribuir en el control de plagas.

- Luciérnagas, insectos de la familia de los lampíridos, a los que podemos ofrecer refugio seguro, ya que se han visto muy mermados a causa del abuso de pesticidas y herbicidas en agricultura y jardinería.

- Miriápodos, artrópodos de cuerpo segmentado y patas numerosas,  como los ciempiés y los milpiés, que se ocultan en orificios, en la hojarasca y bajo troncos, tejas o ladrillos. Algunas especies son habilidosas cazadoras de insectos y otros diminutos artrópodos.

- Lagartijas y salamanquesas, que pueden hallar un cobijo alternativo dentro de agujeros, bajo ladrillos y en rincones sombríos. 

- Y en menor medida, si se consigue la suficiente humedad, ranas y sapos, que son también voraces depredadores de insectos perjudiciales.

 

Plagas que se pretende combatir  

Los insectos y otros artrópodos pueden ser depredados por avispas, mariquitas, mantis religiosas y lagartijas. Algunas aves se especializan en la captura de lombrices, caracoles y mariposas varias. Algunas de las plagas más frecuentes que deben enfrentar los cultivadores y los profesionales y aficionados a la jardinería son las siguientes:

- Pulgones y cochinillas, las más frecuentes en jardinería

- Mariposas del geranio, muy invasiva.

- Mosca blanca

- Hormigas

- Escarabajos, como gorgojos , y otros insectos barrenadores o taladradores de la corteza

- Oruga y mariposa del boj, una plaga reciente muy invasiva

- Gusanos y lombrices de tierra

- Caracoles y babosas

 

Cómo se monta un hotel de insectos

 

Los hoteles de insectos son como grandes cajas nidos, donde albergar a una determinada población potencial de insectos y otras criaturas. Para montarla, antes debes elegir la ubicación mejor donde instalarlo. Debes procurar que sea cerca de un espacio donde abunden las plantas en flor, sea un jardín, un parque, un patio o un huerto con árboles frutales.  Debes elegir una posición orientada al sol y bien protegida del viento, de la afectación de posibles heladas y de otras inclemencias del tiempo. 

Los materiales utilizados son diversos e incluyen troncos y ramas de árboles o arbustos, cañas, ladrillos, turba, cortezas, cañizo y hojarasca. La cobertura o techambre debe ser impermeable, y puede convenir que dibuje dos alas, como el tejado de una casa solariega. Para el interior usarás cañas de bambú o similar, cortezas de madera, piñas de pino secas, montones de paja y troncos agujereados para permitir que sean colonizados por nuestros buscados huéspedes. Los abejorros pueden preferir una caja con un orificio de unos 10 mm de diámetro y una tabla de vuelo a la entrada. Para las abejas solitarias pueden servir ladrillos agujereados y rellenos de una mezcla de arcilla y paja. Para las avispas solitarias mira de disponer madera seca con agujeros o palos de bambú o de caña china. A las crisopas y mariquitas les puedes ofrecer una caja con ranuras llenas de hojas secas. A las arañas les encantan los ladrillo huecos o las maderas abiertas. Las mariposas solitarias podrían preferir cajas cerradas con ranuras alargadas y una posición a pleno sol. Y para las tijeretas, una maceta girada con paja, heno o palitos de madera. Hay quien prefiere recrear en lo posible los ambientes naturales donde estos insectos viven y crían, y a tal fin construyen largas galerías o diseñan madrigueras más o menos convincentes. En cualquier caso serán los propios insectos los que en su dinámica natural acabarán “diseñando” su futuro hogar en función de sus propias necesidades. Hay que dejar por tanto que la Naturaleza fluya a su ritmo.

 

Ejemplos de hoteles de insectos

 

Seguro que puedes encontrar un ejemplo de hotel de insectos no muy lejos de tu residencia. En muchos parques urbanos de muchas ciudades ya se han instalado. También los hay en muchos jardines botánicos españoles y europeos. Como muestra, por si tienes oportunidad, te citamos los siguientes ejemplos: 

En Londres, a las afueras de la ciudad, en los célebres jardines de Kew Gardens puedes visitar un enorme hotel de insectos. Se incluye dentro de un itinerario pedagógico.

En París, el emblemático Jardin des Plantes, a poca distancia de la estación de Austerlitz y del río Sena, cuenta con un gran y hermoso hotel de insectos, junto al jardín alpino, que también tiene una función educativa.

En Madrid, el Real Jardín Botánico cuenta desde el año 2017 con un bello hotel de insectos, situado junto a un huerto y un estanque de agua dulce. 

En Barcelona cuentas con diversas opciones. Puedes visitar el bello hotel de insectos del antiguo jardín botánico en Montjuic, ubicado junto a un jardín medicinal y un pequeño huerto ecológico. También en el nuevo Jardín Botánico disponen de uno, y en algunos parques públicos de la ciudad, como el parque del Putxet.

En Sabadellel ayuntamiento instaló en 2018 un hotel de insectos en el céntrico Parc de Catalunya, que también sirve de reclamo educativo.

En el célebre Jardín Botánico Mar i Murtra de Blanes, en la Costa Brava, también pueden presumir de un hotel de insectos muy espectacular, y que como en otros casos, sirve de motivo pedagógico.

En Soller, su Jardí Botánic cuenta desde el mes de marzo de 2019 con su hotel de insectos instalado en una parcela, bien situada entre florestas y con el que se busca favorecer la biodiversidad del jardín

Segoviapuede presumir de un excelente hotel de insectos en su jardín Botánico, que se suma a otras iniciativas de colectivos privados en la provincia como Educa en Verde o el Huerto didáctico de la Huerta del Baño. 

En Masnouy también en la Remonta (Cantabria) el mismo grupo de arquitectos de la firma Batlle y Roig ha sido premiado por su excelente proyecto urbanístico de parque que incluye sendos hoteles de insectos muy impactantes, que merecen una visita. 

Promovido por el Instituto tecnológico Hotelero, en colaboración con la Fundación Amigos de las Abejas y la empresa Turrones Picó, se ha creado una cadena de hoteles de insectos, conocida como Bee & Bee, en diversas ubicaciones, la primera en la población alicantina de Jijona.

Y finalmente en Lora del Río, Sevilla, en una finca agrícola de 122 hectáreas llamada el Cortijo el Puerto,  con frutales y olivera, se han instalado hasta 14 hoteles de insectos para favorecer la polinización natural y evitar el uso de pesticidas sintéticos.  

Por otro lado, diversas organizaciones y colectivos organizan a menudo cursos o talleres para aprender a construir este tipo de estructuras. Es el caso por ejemplo de la asociación Ecologistas en acción. 

















Hotel d'insectes del Jardí Botànic de Barcelona



FOTOS: París, Masnou, Madrid, cartel Ecologistas en Acción, Kew Gardens Londres, Sabadell, Segovia, Sóller, Barcelona


Texto: Jordi Cebrian

Barcelona, marzo 2023

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